Líderes demócratas están dispuestos a llegar lejos para frenar el ascenso de Bernie Sanders
Las medidas contra el senador de Vermont podrían dañar al partido
La alarma en el seno del partido demócrata ante la posible victoria de Bernie Sanders en las primarias llegan desde todas las direcciones. Tanto la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, como el líder de la minoría en el Senado, Chuck Schumer, escuchan frecuentemente advertencias que apuntan a la pérdida de la mayoría demócrata en la Cámara baja si Sanders es el candidato en noviembre. Pero, ¿en que se basan esos miedos?
The New York Times entrevistó después de las votaciones de Nevada a 93 cargos del partido demócrata que son además superdelegados. Todos ellos -en total hay 771- pueden tener un peso decisivo para elegir el candidato que se enfrentará a Donald Trump, independientemente de quien sea el más votado por los inscritos demócratas. El diario neoyorquino asegura que encontró un apabullante consenso de todos en oponerse a Sanders.
Los entrevistados sugirieron al prestigioso periódico que están dispuestos incluso a arriesgarse a dañar al partido con tal de frenar al autodenominado socialista demócrata. Esta situación podría llevar a una convención negociada, una complicada batalla política que no ha ocurrido desde 1952 con Adlai Stevenson como candidato.
Aunque el congresista superdelegado de Connecticut, Jim Himes, le ha dicho al Times que “ya pasó el tiempo en el que los líderes del partido determinen los resultados”, al mismo tiempo reconoce que “algo se debe hacer”. Compañeros suyos de todo el país apoyan esa teoría. Sanders ataca esta estrategia asegurando que implicaría que el partido niega la voluntad de los votantes.
Jay Jacobs, jefe del partido demócrata neoyorquino, acusa a Sanders de querer “redefinir las reglas [del partido] y dice que solo necesita una mayoría simple”. Y añade que el aparato del partido “no compra eso. Si no tiene mayoría (más de la mitad de los delegados), es lógico que no se convierta en el candidato“.
Estas son las reglas que el partido estableció hace dos años y que, según The Times, el equipo de Sanders ayudó a redactar. El diario también afirma que la postura actual del político progresista es contraría a la que él mismo tuvo en 2016 cuando, aparentemente, animó a los superdelegados a votar a su favor y en contra de Hillary Clinton.
El senador de Vermont, es hasta ahora el principal ganador de las primarias que se han celebrado -en Iowa, ganó el voto popular- y las encuestas lo sitúan a la cabeza de la contienda -alguna de ellas con más de 10 puntos de diferencia con el rival que le sigue-. Sanders insiste que, aunque sus opositores aseguran que sus medidas son radicales, el “seguro médico para todos” y la matriculación gratuita en la educación superior ya funciona desde hace décadas en otros países ricos.