Una fuerza sin voz en el gobierno
Prominencia de latinos en partidos, pero poca partipación en puestos de poder
Prominencia de latinos en partidos, pero partipación en puestos de poder es poca
Primera parte de
una serie
NUEVA YORK.- Luce Fortuño, la primera dama de Puerto Rico, caminó hasta el podio de la Convención Nacional Republicana (RNC) el martes por la noche y sonrió a un entusiasta público.
Vestida con una falda roja y una camisa negra, Fortuño fue la encargada de presentar a Ann Romney, la esposa del candidato a la presidencia por el Partido Republicano.”¡Ella ha sido el arma secreta de Mitt Romney durante 43 años!”, exclamó Fortuño antes de recibir un fuerte aplauso.
Al igual que Fortuño, varios hispanos han desempeñado papeles prominentes en la convención: el senador Marco Rubio se encargará hoy de presentar al propio Romney y ayer la gobernadora de Nuevo México, Susana Martínez, habló justo antes que el candidato a la vicepresidencia, Paul Ryan.Entre los demócratas, Julián Castro, el alcalde de San Antonio, es el primer hispano escogido para pronunciar el discurso inaugural y el alcalde de Los Ángeles, Antonio Villaraigosa, es el primer presidente hispano de la convención.Esta presencia hispana en ambos foros, sin embargo, puede ser engañosa. Cuando terminen las reuniones partidarias de Tampa y Charlotte, el panorama será el de siempre: un gobierno estadounidense casi sin funcionarios electos hispanos.
A pesar de la importancia del voto hispano y el hecho de que representan casi el 17% de la población del país, muy pocos latinos son funcionarios electos. Cada campaña electoral busca su voto y les pregunta qué temas les preocupan, pero pocos hispanos ocupan puestos a cualquier nivel del gobierno local, estatal o federal.
Los motivos parecen ser varios: los hispanos son una población joven, a menudo con índices educativos bajos y menores ingresos. Y los partidos demócrata y republicano no hacen demasiado por incorporarlos a puestos de liderazgo, aseguran los expertos.”Todo el mundo quiere nuestro voto, pero no quieren nuestra voz”, dice Juan Andrade, presidente del Instituto de Liderazgo Hispano de Estados Unidos (USHLI). “Ningún partido hace nada por nosotros. Somos parte de la política pero no del gobierno”.
De las más de 500,000 posiciones que ocupan funcionarios electos en Estados Unidos, menos de 6,000 son ocupadas por hispanos, lo que representa aproximadamente un 1%, según datos de USHLI, una organización con sede en Chicago que se dedica a entrenar y preparar hispanos para posiciones de liderazgo.