La pandemia obliga a estilista a abrir salón de belleza ambulante
Parte de sus ganancias las destinará a ayudar a las víctimas de violencia doméstica a través de la organización Mujeres de Hoy
Por años, Lily Vaquero acarició el sueño de tener un salón de belleza propio que fuera ambulante. Por eso cuando estalló la pandemia de COVID-19, se dijo a sí misma que no debía pensarlo más y puso manos a la obra.
Esta semana Lily invitó a La Opinión a conocer su peluquería sobre ruedas, instalada en una camioneta Van que estaciona al lado del Mason Park en el barrio de Chatsworth en la ciudad de Los Ángeles.
“Desde hace 7 años tuve la idea del salón móvil, pero había gente que me desanimaba y me decía que no la iba a hacer”.
Cuando la pandemia estalló, Lili tenía su peluquería en Simi Valley, una ciudad en el condado de Ventura, pero el negocio no aguantó mantenerse cerrado y sin ingresos, por lo que se vio forzada a cerrar.
“Ya no pude pagar la renta ni las cuentas por los servicios. Los ahorros se me acabaron y vendí todo lo que pude. Logré sobrevivir yendo a trabajar a las casas de mis clientes. No me quedó otra. A mí desde niña me enseñaron que si quería algo, me lo tenía que ganar”.
Lily nació en El Salvador donde estudió para ser master barber y estilista. Emigró a Estados Unidos en 1990. Cuenta que aquí se casó y aquí se divorció tras sufrir durante 14 años violencia doméstica física, sexual, emocional y financiera. Cuando se divorció, dice que se convirtió en padre y madre de sus hijos, y su principal sustento.
“Como consecuencia del abuso, a mí y a dos de mis hijos, nos diagnosticaron trastorno bipolar y estrés postraumático”.
Lily es madre de tres hijos que ahora tienen 27, 26 y 25 años.
Planea hacer la inauguración de su salón en dos semanas en cuanto termine de acondicionarlo. La parte de atrás de la camioneta Van del año 2021, la ha adaptado como una pequeña estética. Tiene la silla de barbero, enchufes para conectar la secadora, la plancha para el cabello y otras herramientas que requieren de electricidad para arreglar y cortar el pelo.
Cuenta con un lavabo para lavar el cabello a los clientes, el cual funciona con un tanque que almacena 100 galones de agua y se activa a través de una bomba de presión. Tiene un armario donde guarda toallas y batas para sus clientes, y el mueble del lavabo tiene cajones para guardar cepillos, peines, tijeras, tintes y la amplia gama de productos que necesita para su trabajo de belleza.
“Le puse dos paneles solares a la Van para tener suficiente potencia eléctrica, y le voy a agregar dos paneles más para que funcione bien el aire acondicionado en tiempo de calor”, dice.
Fueron sus hijos quienes la apoyaron para dar el enganche por la compra de la camioneta Van que cuesta como $45,000. “La llevé a un lugar donde la adaptaron como yo quería para que funcione como salón de belleza”.
Los miércoles y jueves de 3 a 8 p.m. se estaciona con su salón sobre ruedas “Lily” en el Mason Park de Chatworth, y los viernes y sábado en el Topanga Park en el mismo horario.
“Espero que vengan muchos nuevos clientes. Yo hago de todo, cortes de hombre, de mujer, color y luces”, dice.
Lily dice que la pandemia le dejó un sabor amargo, pero a la vez le dio la oportunidad de reinventarse y hacer realidad su sueño de la barbería móvil.
“Estoy contenta. Es un alivio muy grande no pagar renta ni agua. Era muy estresante y tedioso estar pensando todo el mes si los clientes iban a llegar. Más adelante me gustaría agregar otra silla de barbero y establecer dos barberías móviles más para darles oportunidad a otras mujeres”.
Esta inmigrante salvadoreña es miembro de la organización Mujeres de Hoy, la cual ayuda a víctimas de violencia doméstica y es dirigida por Mayra Todd.
“Parte de mis ganancias las quiero destinar para ayudar a las mujeres maltratadas que son parte de Mujeres de Hoy. Mi mamá me inculcó a ayudar a las demás”.
Lily Master Barber and Stylist acepta a personas sin cita, pero si quieres hacer una cita, llámale al 818-297-0718; o reserva por medio de la aplicación Booksy.