EE.UU. y Canadá examinan reforma laboral mexicana tras un año del T-MEC
El pasado 1 de julio se cumplió el primer aniversario de la entrada en vigor del T-MEC, que reemplazó el TLCAN de 1994. Representante de Comercio Exterior de EE.UU., Canadá y México sostienen reuniones para revisar reforma laboral.
México mostró a las ministras de Comercio de Estados Unidos y de Canadá los avances de la reforma laboral mexicana al cumplirse el primer aniversario del nuevo Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (T-MEC), el cual impuso la libertad sindical dentro de las empresas mexicanas.
“Es un acompañamiento, no es una vigilancia. Somos adultos y compartimos el camino en beneficio de trabajadores, la democracia sindical y las empresas”, aclaró en una rueda de prensa conjunta la secretaria mexicana de Economía, Tatiana Cloutier.
El pasado 1 de julio se cumplió el primer aniversario de la entrada en vigor del T-MEC, que reemplazó el TLCAN de 1994, y para celebrar la efeméride estuvieron este miércoles en México la representante de Comercio Exterior de Estados Unidos, Katherine Tai, y la ministra canadiense de Comercio Internacional, Mary Ng.
Implementar la libertad sindical
Junto a su homóloga mexicana, se reunieron en Ciudad de México con emprendedores, las principales patronales del país, representantes del sector agrícola y visitaron el Centro Federal de Conciliación Laboral para entrevistarse con jueces laborales.
Según dijo Clouthier, Estados Unidos y Canadá dan un “acompañamiento” a México para “una implementación correcta, rápida y expedita” de la reforma laboral mexicana de 2019, que estableció el voto libre y secreto de los representantes sindicales.
Esta fue una de las exigencias principales del Partido Demócrata estadounidense, que durante meses paralizó la aprobación del T-MEC.
De hecho, en su visita de hace un mes a México, la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, quien como senadora se opuso al tratado, prometió una asistencia técnica de 130 millones de dólares para implementar la legislación laboral.
La actual representante comercial de Estados Unidos recordó que participó en la negociación del T-MEC y que se logró “un mejor acuerdo” que el TLCAN porque se incluyeron temas laborales, medioambientales, de propiedad intelectual y de medicamentos.
“Hay que cumplir con las promesas que hicimos, por ejemplo una política centrada en el trabajador y el sindicato, que es algo muy importante del acuerdo en lo que estamos trabajando”, dijo Tai.
Abordan controversias laborales
En este sentido, varios sindicatos de Estados Unidos presentaron en mayo la primera queja laboral en México bajo el nuevo tratado comercial en la que critica que se les negara representación sindical independiente a unos trabajadores de la planta de automoción Tridonex en la fronteriza ciudad de Matamoros, en el estado de Tamaulipas.
También pidieron revisar conflictos laborales similares en la planta de General Motors (GM) en Silao, en el central estado de Guanajuato.
Tai explicó que los mecanismos de controversias del T-MEC son “muy rápidos” y que están trabajando “intensamente” para abordar estos conflictos y “reforzar la reforma laboral” mexicana.
“Quiero reconocer al Gobierno de México por identificar irregularidades en el voto sindical de esta planta desde el inicio”, expresó la estadounidense.
Cuestionada sobre la política energética del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que prioriza a las empresas estatales en detrimento de la inversión pública privada y extranjera, Tai contestó que ninguna de las tres ministras son “tímidas” y que no dudan en expresarse sus “inquietudes”.
“He sido abogada comercial 20 años y la regla número uno es no ignorar una violación, y como representantes comerciales, menos”, expresó.
Para abordar el tema energético, la ministra canadiense anunció que el jueves se reunirá con la secretaria mexicana de Energía, Rocío Nahle. “Continuaremos trabajando en este asunto”, explicó Ng.
Una recuperación incluyente
El T-MEC, que engloba un flujo comercial de más de 1.2 billones de dólares, fue aprobado tras unas espinosas negociaciones iniciadas luego de que el entonces presidente estadounidense, Donald Trump, amenazara con suprimir el TLCAN.
Pero la pandemia de COVID-19, que impactó a la economía y provocó cierres de fronteras, empañó su puesta en marcha hace un año.
Por ello, la ministra canadiense hizo énfasis en que el tratado debe servir para “crear oportunidades inclusivas a todos los miembros de la sociedad” tras la pandemia.
La secretaria mexicana le tomó el guante y se comprometió a buscar mecanismos “para fortalecer a las pequeñas y medianas empresas encabezadas por mujeres y grupos que han quedado atrás, como los indígenas”.
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