El árbol de la Casa Blanca tiene nexos hispanos
El Árbol de Navidad 2012 de la Casa Blanca fue cultivado por manos hispanas
Alexandra Vilchez EFE
CHARLOTTE, Carolina del Norte. El Árbol de Navidad que adornará el Salón Azul de la Casa Blanca proviene de una granja de Carolina del Norte, el segundo estado cultivador de estos pinos, y cuya industria depende de la mano de obra hispana.
La primera dama Michelle Obama, junto a sus hijas Sasha y Malia y la mascota familiar, el perro Bo, recibieron, el pasado 23 de noviembre, en el pórtico norte de la vivienda presidencial, el pino de casi seis metros de altura y de tipo “Fraser”, el más popular de la época por la duración y color de sus agujas y aroma fragante.
El abeto llegó a principios de semana a Washington desde Peak Farm, de la ciudad de Jefferson, en el condado Ashe (Carolina del Norte), cuyos dueños Rusty y Beau Estes, fueron los ganadores del concurso anual de la Asociación Nacional de Árboles de Navidad.
Desde 1966, la organización selecciona el arbolito oficial de esta temporada festiva para la Casa Blanca, y por duodécima vez, Carolina del Norte se llevó el título en 2012, lo que convierte a este estado en el más galardonado.
La zona de Ashe tiene la segunda cifra más alta de plantaciones de árboles de Navidad de todos los condados de EEUU y ha enviado ocho pinos a la casa presidencial.
Peak Farm comenzó a producir comercialmente pinos en la década de los ochenta y en la actualidad tiene plantados en 70 hectáreas unas 35,000 unidades.
Es la segunda vez que Rusty Estes envía uno de sus árboles a la Casa Blanca, ya que en 2008 entregó uno en persona a la primera dama de aquel entonces, Laura Bush, junto a su socio Jessie Davies, de River Ridge Tree Farm.
Según Kathy Estes, en la granja hay hispanos trabajando y han sido “esenciales” para el desarrollo del negocio, e inclusive uno de ellos participó en el proceso de corte y empacado para su envío a la Casa Blanca.
De acuerdo con Jennifer Greene, directora ejecutiva de la Asociación de Árboles de Navidad de Carolina del Norte, esto es muy común en las diferentes granjas del estado, que los agricultores dependan de los latinos para sacar adelante sus producciones.
“El 80 % de la mano de obra de los pinos navideños en este estado es hispana, mayoritariamente mexicanos, cuyo trabajo intenso de 12 a 14 horas, y con poco tiempo para preparar la cosecha, es indispensable para los dueños de las huertas”, afirmó Greene.
Los mexicanos comenzaron a llegar a las montañas del estado para laborar en los pinos en la década de los ochenta contratados por los agricultores por medio de programas de visas de trabajo como el H2A.
En Carolina del Norte hay 1,600 granjas que cultivan al año unos 50 millones de pinos tipo “Fraser”, en más de 25,000 acres de terreno, con ganancias de 110 millones de dólares al año, según estadísticas de la Asociación Árboles de Navidad del estado.
Un estudio del Departamento Forestal de Carolina del Norte estima que más de 1,000 hispanos intervienen en todo el proceso de colocar la semillas, fertilización, poda y distribución de más de 5 millones de pinos anuales que salen del estado a venderse.
Después de Oregon, Carolina del Norte es el segundo productor nacional de Árbol de Navidad, una industria que genera ventas nacionales de 27 millones de unidades al año y 976 millones de dólares.
La fama de los pinos navideños que salen de las montañas de este estado sureño se ha extendió inclusive a algunas islas del Caribe, a países como Canadá, Japón, México, y otros en Latinoamérica.