Desesperado tras 3 años de encierro en Adelanto, pastor suplica al ICE por su liberación
Su familia exige justicia tras el largo encierro; La Opinión habla con él vía telefónica
El pastor Hugo Rolando Gómez cumplió 3 años privado de su libertad en el Centro de Detención de Adelanto, tras ser detenido por una alerta roja de la Interpol que ordenaba su búsqueda por un presunto crimen cometido en Guatemala hace 30 años.
Pero el pastor siempre se ha dicho inocente, asegurando que para culparlo se fabricaron documentos, y aunque sus abogados y su esposa han movido cielo, mar y tierra para liberarlo, ha sido imposible.
“Mi abogada recibió una carta en la que le indican que la tarjeta roja ya fue desechada. La orden emitida por la gente de la Interpol de Guatemala quedó bloqueada; y aún así, no me quieren dar mi libertad”, dice el pastor Hugo desde el Centro de Detención de Adelanto, entrevistado vía telefónica por La Opinión.
El pastor de origen guatemalteco enfrenta una acusación de secuestro y desaparición forzada de un estudiante y líder sindical que data de 1984 cuando era policía durante la dictadura militar de Guatemala.
El pastor se ha defendido siempre y dice que nada tuvo que ver con la acusación de desaparición forzada de la que se le acusa.
“En esa época yo trabajaba en una subestación de la policía. Esos casos de acusaciones fueron armados por la guerrilla después de que tomaron posesión del poder.
“La fabricación de casos la hicieron no solo para tomar venganza sino para pedir resarcimientos y beneficios económicos y políticos. Soy inocente de lo que se me acusa”.
Fue arrestado poco antes de las 9 de la mañana del viernes 16 de agosto de 2019 en la ciudad de Hawthorne en el condado de Los Ángeles, cuando iba a su trabajo en su negocio de jardinería.
“No puedo explicar lo que sentí cuando me avisó que lo habían detenido. Yo salí corriendo, pero no lo alcancé”, dice entre lágrimas, su esposa Leonor.
¿Cuál es la razón por la que no me dejan salir?
“Muchos inmigrantes arrestados en base a una ficha roja de la Interpol ya están en libertad. A mí no me dejan salir porque dicen que mi caso es diferente por tener una orden de arresto en Guatemala por delitos de los que se me acusan, que no cometí y que ya prescribieron”.
Las esperanzas del pastor están cifradas en la Corte del Noveno Circuito. “Ellos son quienes tienen ahora en sus manos mi destino”.
Mientras tanto, el pastor dice que su detención ha sido un viacrucis para su familia y para él. El pastor quien vino junto su esposa Leonor a Estados Unidos en 1987, es padre de tres hijas, dos de ellas nacidas en este país.
¿Cómo he resistido tantos años en detención en Adelanto? se preguntarán.
“He aguantado por la oración, mi fe en Dios y el soporte de mi familia, mi esposa y mis hijas”.
Eso – dice – no quiere decir que se encuentre bien físicamente.
“No soy de hierro. Sufro de depresión. Me he hecho prediabético. Me salieron dos tumores, uno en el cuello, otro a la altura de la oreja derecha y uno más que se me está formando arriba del cuello”.
El pastor, quien va a cumplir 63 años en septiembre, dice que tuvo que soportar la covid sin atención médica, sufriendo fiebre, temblores.
“La verdad estuve a punto de morir de covid. Gracias a Dios estoy vivo, pero quedé con secuelas, dolor de espalda, zumbido en el oído, cansancio” .
Y revela que la vida en Adelanto es un tormento en todos los aspectos.
“Le pido a la comunidad que apoye a los inmigrantes indocumentados detenidos. Aquí en Adelanto se sufre soledad, tristeza; y en muchos casos, el abandono de las familias. Les suplico compasión, empatía y misericordia para nosotros. No se queden callados, apoyen a los inmigrantes detenidos”.
Dice que para su esposa, la pastora Leonor, su detención ha tenido un severo impacto. “Está muy enferma. Padece de problemas en una vértebra. No está bien físicamente, pero es tenaz y sagaz. Si no hubiera sido por ella, ya me hubieran deportado”.
La pastora Leonor con la voz totalmente apagada, dice que ya no aguanta más la privación de la libertad de su esposo por parte del Servicio de Migración y Aduanas (ICE).
“Es un secuestro. El 16 de julio cumplió 3 años en detención. Es demasiado; y es inhumano lo que han hecho con él. Además le quitaron su visa de residente”.
Comenta que además debido a la pandemia, las visitas no se han reanudado en Adelanto, y tiene dos años y medio que no lo ve en persona.
El pastor Guillermo Torres, director de campañas de migración de la organización Clergy and Laity United for Economic Justice (CLUE), afirma que es un verdadera injusticia que el ICE mantenga detenido al pastor en el Centro de Adelanto al que define como horrible.
“Es una persona inocente que no violó ninguna ley de migración porque él es residente. La orden de la Interpol está basada en una fabricación de documentos, según declaraciones a la corte de un comandante de Guatemala en las que indica que la Guerrilla se infiltró en la policía nacional para fabricar delitos con fines de obtener compensación económica”.
Lamentablemente – expresa- fabricaron el caso del pastor para obtener ganancia financiera.
“No echamos de menos la desaparición forzada de las personas en el conflicto de Guatemala, pero se involucró a muchas personas inocentes como el pastor Gómez a quien se la ha violado el Debido Proceso”.
El pastor Gómez tiene el apoyo de varias organizaciones proinmigrantes de California como la Inland Coalition for Immigrants Justice que ha luchado por el cierre de Adelanto con la participación de inmigrantes como Marco Topete.