Bimbo le compraría marcas a Hostess
Hostess había anunciado que cerraría el negocio y vendería sus marcas
NUEVA YORK (AP). La empresa mexicana Bimbo y la estadounidense Flowers Foods han emergiendo como posibles compradoras de las marcas de pan de Hostess, una compañ ía que fabricaba el pan Wonder y los pastelillos Twinkies antes de comenzar a liquidar sus activos bajo la supervisión de una corte de bancarrotas, según publicó ayer el periódico The Wall Street Journal.
Según el rotativo, Hostess Brands Inc. podría revelar pronto, incluso la semana próxima, que Flowers y Bimbo están en negociaciones con esta para adquirir sus marcas de pan, entre las que se encuentra también Nature’s Pride.
Tales marcas podrían tener un valor total de 350 millones de dólares.
Hostess, con sede en Irving, Texas, anunció en noviembre que cerraría el negocio y vendería sus marcas además de sus 33 panaderías y de otras operaciones.
Entre las marcas de Grupo Bimbo SAB de Estados Unidos están el pan Arnold, los panecillos Thomas’ English y los pasteles Entenmann’s. Las marcas de Flowers Foods Inc. incluyen el pan Nature’s Own y los bocadillos Tastykake.
Hostess es propietaria de las marcas Twinkies, Ding Dongs y Ho Hos, y los pastelillos Dolly Madison, que incluyen Coffee Cakes y Zingers. Hostess también tiene los productos Devil Dogs, Funny Bones, y Yodels bajo la marca Drake. El cierre de la empresa tuvo lugar después de varios años de inestabilidad administrativa y facturación. Los empleados dijeron que esta no invirtió en actualizar sus pastelillos y pasteles. El año pasado Hostess solicitó protección por bancarrota por segunda vez en menos de una década, citando crecientes costos asociados con su fuerza de trabajo sindicalizada.
Hostess y Bimbo Bakeries USA, división de Grupo Bimbo en Estados Unidos, no han opinado al respecto. Las oficinas centrales de Bimbo están en México. Flowers Foods, con sede en Georgia, tampoco ha respondido a las solicitudes para hacer declaraciones.
Un abogado de Hostess informó a la corte en diciembre que mil 100 empleados estuvieron retenidos en las plantas cerradas y que realizaron otras tareas mientras se reducían las operaciones. La liquidación de la empresa significaría la pérdida de 18 mil empleos, entre ellos los eliminados en los años que llevaron al colapso de la fábrica panadera.