$1,100 millones de dólares recibe PG&E Co. como subvención del gobierno federal para operar planta nuclear de Diablo Canyon

Los fondos federales, provenientes de la ley de infraestructura firmada por Joe Biden, se entregarán durante cuatro años, se estima que la planta nuclear proporciona el 9% de la energía eléctrica de California sin producir emisiones contaminantes

Aerial view of the Diablo Canyon Nuclear Power Plant which sits on the edge of the Pacific Ocean at Avila Beach in San Luis Obispo County, California on March 17, 2011. Some of America's nuclear power plants loom near big city populations, or perch perilously close to earthquake fault lines. Others have aged past their expiration dates but keep churning anyway. President Barack Obama has demanded that the 104 nuclear reactors at 65 sites get a second look as scientists warn that current regulatory standards don't protect the US public from the kind of atomic fallout facing quake-hit Japan. AFP PHOTO/Mark RALSTON (Photo credit should read MARK RALSTON/AFP via Getty Images)

La planta nuclear de Diablo Canyon también recibe apoyo con fondos federales. Crédito: MARK RALSTON | AFP / Getty Images

El gobierno federal otorgó una subvención de $1,100 millones de dólares a Pacific Gas & Electric Co. (PG&E) para continuar operando la planta nuclear de Diablo Canyon, la última central nuclear que permanece activa en California.

La planta nuclear de Diablo Canyon, situada cerca de Avila Beach, en el Condado de San Luis Obispo, estaba programada para cerrar en dos fases: al desconectar el primer reactor en 2024 y el segundo al año siguiente.

Sin embargo, el gobernador de California, Gavin Newsom, impulsó esfuerzos para mantener abierta la planta por cinco años más y el 31 de agosto legisladores aprobaron un préstamo de $1,400 millones de dólares a PG&E como parte de un presupuesto récord de $54,000 millones de dólares para una serie de proyectos climáticos para los próximos cinco años.

Se estima que la planta nuclear de Diablo Canyon proporciona el 9% de la energía eléctrica de California sin producir emisiones contaminantes.

Esta inyección de recursos federales y estatales dejan claro que California confía en la planta nuclear al menos hasta finales de esta década pese a los movimientos antinucleares y a la continua preocupación pública sobe las consecuencias que tendría por un terremoto en alguna de las fallas sísmicas cerca de la instalación.

Los $1,100 millones de dólares de fondos federales provienen de la ley de infraestructura que fue aprobada por el Congreso y firmada el año pasado por el presidente Joe Biden.

El préstamo estatal está contemplado para ayudar a PG&E a cubrir los costos de la renovación de licencias en la Comisión Reguladora Nuclear de los Estados Unidos, y para el mantenimiento, compra de combustible y el almacenamiento adicional de los desechos radioactivos en el sitio, medidas necesarias para que la planta pueda funcionar por el resto de la presente década.

Funcionarios del Departamento de Energía de los Estados Unidos indicaron que los $1,100 millones de dólares se entregarán durante cuatro años, de 2023 a 2026, recursos que están contemplados para cubrir las pérdidas proyectadas por PG&E para mantener en funcionamiento la planta nuclear.

En caso de que la planta de Diablo Canyon no obtenga la renovación de su licencia federal o cualquiera de los permisos estatales necesarios para su operación, no se otorgará la subvención del gobierno federal.

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