Trabajadores de restaurantes de Koreatown experimentan pobreza e inseguridad en la vivienda
La mayoría en las cocinas son latinos: mexicanos, salvadoreños y guatemaltecos, y tienen dos empleos para poder pagar el alquiler
Desde que Jesús Vicente llegó de México a Los Ángeles hace año y medio tiene dos empleos en restaurantes especializados en barbacoa coreana en el barrio de Koreatown.
“Mi trabajo me gusta, me tratan bien, solo que me la paso trabajando para que me alcance para pagar la renta y enviar dinero a mi familia en México”, dice el muchacho de 19 años.
El Centro Laboral de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA Labor Center y la organización KIWA (Koreatown Immigrant Workers Alliance) dio a conocer el reporte Recocidos y desatendidos: los desafíos de los trabajadores de restaurantes de Koreatown.
El reporte en el que también participa Cal Poly Pomona y San Diego State University encontró que los trabajadores de los restaurantes de Koreatown en Los Ángeles, enfrentan desigualdad salarial, bajos salarios, robo de propinas, riesgos de salud y seguridad, falta de seguro de salud y exposición al covid, entre otros.
Jesús Vicente dice que él no se puede quejar del trato de sus patrones, en un empleo le pagan $17.68 la hora; y en el otro, $16,78. El problema es que difícilmente le alcanza aun cuando trabaja desde el amanecer al anochecer en dos jornadas de trabajo.
“En uno, trabajo de las 7:30 de la mañana hasta las dos de la tarde; y en otro de las cuatro de la tarde hasta las diez, once de la noche”.
Agrega que en un restaurante es preparador de alimentos y en otro busboy (ayudante de camarero).
El joven trabajador vive en un departamento en Koreatown de tres recámaras que comparte con 6 personas, y cada uno de ellos tiene dos empleos, igual que él.
“Nos cobran $3,600 de renta al mes. Yo pago $500 por un cuarto que comparto con tres de mis compañeros de departamento”.
Debido a que todos sus compañeros de departamento tienen dos empleos, la vivienda es prácticamente para ir a dormir.
“Quisiera tener más tiempo para descansar”, dice el muchacho, pero lo que más le gustaría es que las rentas bajaran.
Entre los principales hallazgos encontrados en la investigación fueron que:
- Koreatown tiene una alta densidad de restaurantes comparado con otros barrios del condado de Los Ángeles. Cuenta con 704 restaurantes en los que se emplea a 9,700 trabajadores, en su mayoría inmigrantes de México, El Salvador y Guatemala.
- Los trabajadores experimentan salarios bajos y prácticas salariales injustas. El 72% de los trabajadores de restaurantes trabaja a tiempo completo con salarios bajos. Los trabajadores de restaurantes sufren prácticas injustas en materia de propinas y también se enfrentan a un límite salarial.
- Los residentes de Koreatown enfrentan riesgos de vivienda. Los hogares de trabajadores de restaurantes se encuentran en la pobreza o cerca de ella. También padecen inseguridad habitacional. Casi la mitad (46%) de los trabajadores de los restaurantes de Koreatown tienen que pagar el alquiler y muchos viven en condiciones de hacinamiento.
Alexandra Suh, directora ejecutiva de KIWA dijo que los trabajadores de restaurantes en Koreatown son vulnerables de múltiples maneras.
“Detrás de todas estas cifras y datos hay personas y sus familias, que luchan día a día por un futuro mejor”.
Afirmó que es crucial comprender las condiciones reales que enfrentan los trabajadores en diferentes industrias antes de embarcarse en cualquier campaña o diseñar políticas.
“Para lograrlo, nuestro equipo trilingüe de organizadores sale a la calle y se encuentra con los trabajadores dondequiera que estén: en su casa o en el lugar de trabajo”.
El estudio utilizó datos gubernamentales y un análisis de 338 encuestas y 12 entrevistas a trabajadores.
Saba Waheed, director del UCLA Labor Center, dijo que los trabajadores constituyen la columna vertebral de Koreatown y su próspero centro comercial y cultural que atrae a lugareños y turistas de todas partes.
“Los trabajadores de restaurantes fueron considerados esenciales durante la pandemia y, sin embargo, aún enfrentan condiciones laborales difíciles”.
Añadió que los hallazgos de la investigación muestran que los trabajadores están lidiando con salarios bajos y falta de movilidad ascendente, lo que dificulta su sustento en vecindarios donde enfrentan altos costos de vida y gastos de vivienda.
Eun Sun Choi, trabajador de un restaurante coreano, dijo que le encanta ver la satisfacción en la cara de sus clientes cuando sirve la comida.
Sin embargo, reconoció que es difícil poder sostener el costo de la vivienda con el salario de un mesero.
“Ser mesero es un buen empleo, pero sería mejor si fuera más estable”
Para Briana Lee, dueña de Open Market, un negocio en Koreatown, servir a la comunidad y tratar a los trabajadores con respeto va de la mano con las ganancias.
“Como propietario de una pequeña empresa, es difícil ignorar que la mano de obra es el costo más alto de nuestro balance, pero es una carga y una responsabilidad para los propietarios de empresas dar prioridad a los costos correctos en nuestro negocio”, señaló Lee.
Sostuvo que está orgullosa de servir a la gente en Koreatown, pero le preocupa que los propietarios de pequeñas empresas como ella, no sobrevivan en el vecindario a medida que más y más grandes cadenas se mudan y los costos de administrar un negocio continúan aumentando.
Entre sus conclusiones, el informe señala que a los trabajadores de restaurantes en Koreatown con frecuencia, sus patrones, les retienen sus propinas o los ponen bajo períodos de prueba antes de dárselas.
Recientemente, en colaboración con KIWA, el Departamento de Trabajo de Estados Unidos recuperó $56,000 para 35 empleados en Oo-Kook Korean BBQ, un restaurante en Koreatown donde los investigadores descubrieron que un gerente robó más de $28,000 en propinas a los trabajadores desde abril de 2021 hasta octubre de 2022.