Sociedad Estadounidense del Cáncer revela los 17 tipos de cáncer más comunes
Un estudio de la ACS revela que ciertos tipos de cáncer son más frecuentes en una generación con un aumento en varias formas de la enfermedad
Un estudio reciente realizado por la Sociedad Estadounidense del Cáncer (ACS) ha revelado la tendencia de que ciertos tipos de cáncer son más frecuentes entre la generación X y los millennials.
Publicado en la revista The Lancet Public Health, el estudio analizó los datos de más de 23 millones de pacientes diagnosticados con 34 tipos diferentes de cáncer durante dos décadas. Los pacientes, de edades comprendidas entre 25 y 84 años, representaban a varias generaciones.
El equipo de investigadores descubrió que la prevalencia de cánceres como el de intestino delgado, riñón y páncreas es dos o tres veces mayor en personas nacidas en 1990 en comparación con aquellas nacidas en 1955. Esta tendencia se observa tanto en hombres como en mujeres, y se extiende al cáncer de hígado en mujeres. Además, las tasas de cáncer de mama (receptor de estrógeno positivo), útero, colorrectal, gástrico no cardiaco, vesícula biliar, ovario, testicular, anal en hombres y sarcoma de Kaposi en hombres también fueron más altas en los grupos más jóvenes. Otros tipos de cáncer que muestran una mayor incidencia en generaciones jóvenes incluyen el mieloma, la leucemia, el cáncer cardias-gástrico y el cáncer orofaríngeo no asociado al VPH en mujeres.
El estudio también encontró que las tasas de mortalidad han aumentado entre los más jóvenes para cánceres de hígado en mujeres, vesícula biliar, útero, testicular y colorrectal. La Dra. Hyuna Sung, autora principal del estudio y científica principal de vigilancia y ciencia de equidad en salud en la ACS, destacó que estos hallazgos se suman a la creciente evidencia de un mayor riesgo de cáncer en generaciones posteriores a la del baby boom. “Las cohortes de nacimiento comparten entornos sociales, económicos, políticos y climáticos únicos, que afectan su exposición a factores de riesgo de cáncer durante sus años cruciales de desarrollo”, explicó Sung.
A pesar de las identificaciones de estas tendencias, los investigadores aún no tienen una explicación clara de por qué estas tasas están aumentando. Tradicionalmente, el cáncer se ha asociado con el envejecimiento, pero ahora los médicos están viendo un aumento de casos entre los menores de 50 años. Edward S. Kim, médico jefe de City of Hope Orange County, calificó esta tendencia como un cambio de paradigma y subrayó la importancia de identificar las razones detrás de este aumento. Kim destacó la necesidad de educar al público, avanzar en la prevención y el diagnóstico temprano, y desarrollar tratamientos más efectivos.
Existen evidencias considerables que apuntan a causas ambientales para los cánceres de aparición temprana. Desde mediados del siglo XX, los factores ambientales han cambiado rápidamente en los países desarrollados. Kim señaló que, aunque controlar estos factores es difícil, las modificaciones en la dieta y el estilo de vida pueden tener un impacto significativo, especialmente si se implementan en la juventud y en los primeros años de la adultez. “Cuidar el microbioma intestinal es esencial”, afirmó Kim, recomendando evitar alimentos ultraprocesados, hacer ejercicio regularmente y evitar el tabaco y el alcohol.
Kim también subrayó la importancia de hacer que las opciones de detección del cáncer sean más accesibles para las personas más jóvenes. Actualmente, los médicos de atención primaria no suelen recomendar exámenes de detección tempranos porque el cáncer se ha asociado tradicionalmente con edades más avanzadas. La ACS también aboga por el acceso a un seguro de salud asequible y completo para aumentar las tasas de detección en generaciones más jóvenes.
Los estudios proyectan que la incidencia de cáncer entre personas menores de 50 años aumentará un 31% para 2030. Kim advirtió que, sin intervenciones urgentes, seguiremos viendo un aumento en los diagnósticos de cáncer entre los jóvenes en la próxima década. Esta tendencia subraya la necesidad de esfuerzos de investigación centrados en individuos más jóvenes y la implementación de estrategias preventivas y de diagnóstico temprano para mitigar el impacto de esta tendencia.
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