Bomberos tienen día alentador contra incendio Palisades tras nuevo susto para Los Ángeles
Operativo de los bomberos en las Montañas Santa Mónica surte efecto para detener avance del incendio Palisades con ayuda de un aliado clave
Aunque la contención del incendio Palisades se mantuvo en un 8% a lo largo de todo el viernes, la jornada fue positiva y hasta alentadora, incluyendo un exitoso operativo que detuvo el avance del fuego cuando se acercaba a zonas residenciales del Valle de San Fernando, en el noroeste de Los Ángeles.
Aprovechando las condiciones del clima, con vientos de muy baja intensidad (un solo dígito) la mayor parte del día y un poco de mayor humedad que los días previos (15 a 20% en algunas áreas), los bomberos pudieron “encajonar” la vasta zona que se encuentra en fuego sobre las Montañas Santa Mónica.
Ese es el fuego que se originó la mañana del martes en Pacific Palisades, la comunidad devastada por el incendio, el cual había consumido 21,317 acres hasta el cierre del viernes y que antes del día amenazaba a la comunidad montañosa de Topanga, hacia al oeste, y la vecina ciudad de Calabasas, al noroeste.
Plan de los bomberos funciona tras intimidante avance del fuego
La jornada, sin embargo, presentó un susto para los residentes del Valle de San Fernando, que se encuentra justo al norte de las montañas incendiadas. Cuando ya había oscurecido, las llamaradas de una parte del incendio empezaron a crecer de manera espectacular y ganar más terreno, provocando un intimidante cielo al rojo vivo frente a los barrios de Encino y Tarzana, localizados en buena parte sobre las faldas y colinas.
Las autoridades emitieron una orden de desalojo obligatorio al norte de Sunset Boulevard, el oeste de la autopista 405, el sur de la presa de Encino y al este de Mandeville Canyon. La alerta causó bastante alerta en la región y un poco de movilización. Encino, en particular, es una comunidad afluente de calles sinuosas en las colinas que hubiera quedado muy expuesta si el incendio se hubiese propagado.
Pero un par de horas después hubo un respiro porque la línea de fuego fue detenida en seco con un operativo en el que participaron hasta 10 helicópteros y que incluyó una sólida línea de retardante, además de continuas descargas de agua. Eventualmente, el intenso reflejo color naranja o rojo del cielo empezó a disminuir porque las llamas bajaron de intensidad al no poder devorar más combustible (vegetación).
Los helicópteros sacaron ventaja el acceso inmediato al agua de la adyacente presa Encino para atacar los límites del incendio y frenar su avance. El incendio, a diferencia de otros días, no fue impulado por viento. En contraste, ninguna aeronave pudo volar la noche del martes en vientos huracanados para desbaratar a casi todo Pacific Palisades.
Se pronostica que el sábado podría haber vientos de moderados a fuertes (20 a 35 o 40 millas por hora). Y muchos expertos han avisado que el lunes volverán a elevarse en intensidad, haciendo clave que el fin de semana haya más progresos en uno de los incendios más destructivos en la historia de los Estados Unidos.
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