Cómo aliviar el síndrome del intestino irritable en casa
Los medicamentos no siempre son la mejor manera de controlar los síntomas
By Sally Wadyka
Entre el 10% y el 15% de los adultos en los Estados Unidos padecen el síndrome del intestino irritable (SII), una condición que ocasiona dolor abdominal, gases, diarrea y estreñimiento. Generalmente se diagnostica en los primeros años de la adultez, pero también muchos adultos mayores sufren los síntomas del SII. “No existe una ‘cura’ para el SII”, dice la doctora Jessica Jou, gastroenteróloga en el Henry Ford Health en Detroit. “Pero existen estrategias efectivas para controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida”.
Alimentos que desencadenan los síntomas
Un estudio reciente publicado en The Lancet Gastroenterology & Hepatology descubrió que los cambios en la dieta eran más efectivos que el tratamiento médico para el SII. En muchos casos, una dieta baja en FODMAP puede aliviar los síntomas. Los síntomas mejoraron de manera significativa en el 76% de las personas que siguieron la dieta en el estudio de The Lancet.
La “F” de FODMAP significa fermentable. Durante la fermentación, las bacterias “buenas” que viven en el intestino descomponen la fibra y otros carbohidratos no digeribles de los alimentos, como los oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles (de ahí el nombre FODMAP). “Este proceso genera gases y otras sustancias químicas en el tracto gastrointestinal”, afirma Jou. “Le sucede a todo el mundo, pero las personas con SII son más sensibles a este problema, y puede provocar acumulación de gases e inflamación”.
Los FODMAP se encuentran en muchos alimentos, como las cebollas, el ajo, el pan, la pasta, los frijoles rojos, las nueces de la India y las manzanas. “La dieta es muy restrictiva y puede ser difícil de seguir”, dice Jou. Ella recomienda consultar a un dietista para identificar los alimentos que provocan los síntomas y para asegurarte que estás obteniendo los nutrientes necesarios.
También es importante comer porciones más pequeñas con más frecuencia. “Es posible que sean más fáciles de digerir, tal vez porque no pasan tanto tiempo fermentándose en el intestino”, dice la doctora Mona Rezapour, gastroenteróloga en el UCLA Health.
Cómo ayuda el ejercicio con el SII
Incluso el ejercicio moderado (como caminar después de la cena) estimula el tracto gastrointestinal y puede ayudar con síntomas como el estreñimiento, los gases y la inflamación. También puede reducir el riesgo de desarrollar SII en adultos mayores. Un estudio de 2023 de más de 175,000 adultos, publicado en The Lancet, descubrió que las personas con fragilidad (una condición causada por la falta de fuerza muscular y el deterioro de otras funciones físicas) tenían casi el doble de probabilidades de desarrollar SII. “El entrenamiento de fuerza y el yoga pueden ayudar a prevenir la fragilidad”, dice Rezapour.
El efecto de la relajación
Tu cerebro desempeña un papel sorprendente en el SII. El cerebro y el intestino están directamente conectados por una red compleja de nervios que actúa como una autopista de doble sentido. “El estrés y la ansiedad pueden desencadenar síntomas gastrointestinales, pero tener síntomas gastrointestinales también puede provocar estrés y ansiedad”, dice Jou. Los métodos de relajación como la respiración profunda pueden calmar el sistema nervioso, lo que ayuda a aliviar los síntomas del SII y a reducir parte del estrés que los puede empeorar.
Si necesitas más ayuda con el SII
Si los cambios en tu estilo de vida no ayudan con los síntomas del SII, habla con tu médico sobre el siguiente paso que sea mejor para ti. Si es necesario incorporar medicamentos, los médicos suelen recomendar comenzar con medicamentos de venta libre que ayuden a tratar los síntomas principales, como polietilenglicol (como MiraLax) o fibra soluble (como Metamucil) para el estreñimiento, aceite de menta para el dolor abdominal y los cólicos, o antidiarreicos. Para los adultos mayores, especialmente, los medicamentos recetados para el SII solo deben usarse si los tratamientos de venta libre no son efectivos. Esto se debe a que algunos de ellos, como los antidepresivos tricíclicos y los antiespasmódicos, pueden tener efectos secundarios, como somnolencia o problemas cognitivos.
Nota del editor: Este artículo también se publicó en la edición de noviembre de 2024 de Consumer Reports On Health.
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