Ingeniero aeroespacial plantea la posibilidad de vivir bajo el agua: así es el experimento
A través de su experimento también logró batir un Récord Guinness
Lo que al comienzo parecía un intento más para romper un Récord Guinness, se convirtió en una de las mejores pruebas que podrían marcar el camino hacia una posible solución al sobre poblamiento: vivir bajo el agua.
El ingeniero aeroespacial Rudiger Koch batió de manera reciente el Récord Guinness de la persona que más tiempo ha vivido en el fondo del mar gracias a los 120 días que permaneció sumergido en el mar de Panamá.
Sin embargo, y a pesar de batir lo hecho por el anterior poseedor del récord, Joseph Dituri, quien se mantuvo 100 días en el mar, Koch también dejó en claro que la posibilidad de habitar este amplio y aún desconocido espacio marino puede convertirse en una opción real de habitat en el futuro.
¿Cómo vivió Rudiger Koch 120 días bajo el agua?
Para llevar a cabo su experimento, Koch se mantuvo inmerso, de manera ininterrumpida, en un cápsula diseñada para cubrir sus necesidades básicas en todo momento además de otros elementos especiales como una televisión, un ordenador con cobertura y conexión a internet así como una bicicleta estática para poder realizar ejercicio.
Fue monitorizado las 24 horas del día para dejar constancia de su experiencia y las consecuencias de vivir sin la exposición al sol y otros elementos de la superficie.
Para lograr lo anterior, el hábitat donde se encontraba Koch estaba conectado por un tubo vertical desde donde recibía provisiones. De igual manera, se permitía la entrada de periodistas o visitantes que observaban al ingeniero aeroespacial en su aventura. Sin embargo, y a pesar de la presencia de otras personas y el apoyo del equipo de Koch, la interacción era mínima.
De igual manera, y principalmente, Koch fue vigilado minuciosamente respecto a su salud mental debido a la presión del agua y la imposibilidad de salir del exterior durante más de 3 meses.
Asimismo, era monitoreado respecto a su estado físico a través de una serie de cámaras especiales.
Tras 120 días de inmersión, el alemán celebró junto a su equipo el nuevo récord, dejando en claro que en el futuro se puede interar habitar el mar de manera permanente: “Ha sido una gran aventura y, ahora que ha terminado, casi tengo un sentimiento de arrepentimiento por irme. He disfrutado mucho mi tiempo aquí. Es hermoso cuando todo se calma, oscurece y el mar brilla”.
El experimento de Koch también reafirma la posibilidad, a partir del concepto de “seasteading”, de llevar parte de la humanidad a comunidades flotantes fuera de la jurisdicción de los gobiernos.
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