Carros eléctricos usados igualan precio a gasolina en EE.UU.
Hoy en día, un EV de segunda mano puede costar prácticamente lo mismo que un vehículo a gasolina, y con ventajas en depreciación, mantenimiento y garantías

BMW M5 Touring. Crédito: BMW. Crédito: Cortesía
Hace apenas unos años, la diferencia de precio entre un carro eléctrico nuevo y uno usado era abismal, y los compradores solían ver a los modelos de segunda mano como un riesgo costoso. Sin embargo, la realidad en Estados Unidos ha cambiado drásticamente.
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Hoy, los eléctricos usados se han posicionado como una de las mejores oportunidades de compra, igualando en promedio a los precios de autos de gasolina usados.
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El fenómeno se explica por la rápida depreciación de los vehículos eléctricos nuevos, los vencimientos de miles de contratos de arrendamiento y el creciente interés de los consumidores por tecnologías más limpias, aunque no siempre puedan pagar los altos costos de un modelo recién salido de concesionario.
El caso de un comprador que resume la tendencia
Un ejemplo claro es el de Jeff Craig, un agente inmobiliario jubilado que decidió entrar en el mundo eléctrico comprando un Ford Mustang Mach-E GT usado. En entrevista con Bloomberg, señaló: “Realmente quería un vehículo eléctrico y nunca tuve intención de comprarlo nuevo… sé cuál es la depreciación de cualquier vehículo nuevo, pero también me había dado cuenta de que la depreciación de los EV parecía ser considerablemente mayor que la de un motor de gasolina”.
Craig pagó $33,000 dólares por un Mach-E GT 2024 con apenas 21,000 kilómetros recorridos. El mismo modelo, nuevo, rondaba los $55,000 dólares un año antes. Esto significa un ahorro cercano al 40 %, una cifra difícil de encontrar en autos convencionales y que revela la magnitud del cambio en el mercado.
Una oferta en expansión
La disponibilidad de eléctricos usados no es casualidad. Miles de vehículos de marcas como BMW, Cadillac, Ford y Toyota llegaron recientemente al mercado tras cumplir contratos de arrendamiento de tres años.

Esto ha generado una oferta abundante que, combinada con una demanda en aumento, está moviendo las cifras de forma notable.
En agosto de 2025, por ejemplo, se vendieron 40,960 vehículos eléctricos usados en Estados Unidos, lo que representó un crecimiento del 22 % respecto al mes anterior y un salto del 59 % frente al mismo periodo de 2024, según datos de Cox Automotive.
Esta dinámica ha llevado a que los EV de segunda mano ya tengan una participación visible en el mercado de usados, algo impensado hace apenas un par de años.
Precios al nivel de autos de gasolina
Uno de los aspectos más llamativos es que la brecha de precios prácticamente ha desaparecido. Mientras que antes los eléctricos usados podían costar miles de dólares más que un vehículo de combustión, hoy la diferencia promedio es de apenas $900 dólares.
De hecho, en agosto, el precio medio de un EV usado fue de $34,700 dólares, prácticamente el mismo que el de un carro a gasolina equivalente. A esto se suma otro punto interesante: la antigüedad promedio de los eléctricos usados es de dos a tres años, mientras que los de gasolina suelen tener seis o siete.
Es decir, por el mismo dinero, los compradores pueden acceder a un vehículo más nuevo, con menos kilómetros y, en muchos casos, aún bajo garantía.

Menos piezas, menos mantenimiento
Otro factor que está impulsando las compras es la simplicidad mecánica de los eléctricos. Al no tener radiadores, bujías ni sistemas de aceite, los gastos de mantenimiento son mucho menores que en un carro de combustión.
Además, las baterías han demostrado ser más confiables de lo que muchos esperaban. En Estados Unidos, los fabricantes ofrecen garantías que cubren hasta ocho años o 100,000 millas, lo que da confianza a quienes consideran dar el salto a un modelo de segunda mano.
Los incentivos federales también han tenido un papel relevante. Hasta finales de este mes, los compradores pueden obtener hasta $7,500 dólares en beneficios por adquirir un carro eléctrico nuevo y hasta $4,000 dólares en el caso de modelos usados.
Esto ha llevado a que muchos consumidores aceleren sus decisiones de compra, generando un efecto “oleada” en el mercado. Aunque estos programas están próximos a caducar, el interés ya sembrado en la población podría mantener la tendencia a favor de los EV usados.

Riesgos y fluctuaciones
Pese al auge, el mercado no está libre de altibajos. Cox Automotive registró en junio de 2025 una caída del 7,5 % en las ventas de eléctricos usados frente al mes anterior, con un total de 32,043 unidades comercializadas.
Aunque la tendencia anual es positiva, estas variaciones muestran que el mercado aún se está estabilizando.
También existe incertidumbre sobre qué pasará con la demanda una vez que se eliminen los incentivos federales. Sin embargo, los expertos coinciden en que, incluso sin ayudas, los precios competitivos y el bajo costo de uso seguirán atrayendo compradores.
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