Análisis de la forma cerebral puede predecir riesgo de demencia años antes de la aparición de los síntomas
Efectos de expansión y compresión del cerebro parecen ser más graves en la demencia

Resonancia magnética muestra forma cerebral de un paciente. Crédito: Gorodenkoff | Shutterstock
El cerebro va cambiando de forma a medida que envejece, lo cual es un claro indicio que podría ayudar a pintar un problema de salud general como es la demencia, antes que surjan los típicos síntomas, sugiere un reciente estudio.
Un análisis realizado por investigadores de la Universidad de California en Irvine y la Universidad de La Laguna en España muestra alteraciones significativas en la forma del cerebro relacionadas con el deterioro cognitivo en adultos de entre 30 y 97 años.
“El envejecimiento suele estar asociado con la pérdida de tejido cerebral en partes específicas del cerebro”, dijo a Newsweek el autor del estudio y profesor neurocientífico de La Laguna, Niels Janssen.
“Por ejemplo, sabemos por muchos trabajos anteriores que los problemas de memoria en la vejez están asociados con la pérdida de tejido en una región específica del cerebro llamada hipocampo. Sin embargo, nuestro estudio adopta un enfoque diferente y analiza cómo cambia la forma global del cerebro debido al envejecimiento o la demencia clínica”, explica.
Estructuras cerebrales
Al analizar más de 2600 resonancias magnéticas estructurales de adultos de entre 30 y 97 años, el equipo descubrió que las partes inferiores del cerebro (esenciales para funciones como la respiración y los latidos del corazón) y las partes anteriores (esenciales para algunas funciones cognitivas) se expandían hacia afuera.
Los resultados revelan que las partes inferiores y anteriores del cerebro se expanden, mientras que las regiones superiores y posteriores se contraen, un patrón que podría asociarse con el desarrollo de la demencia.
Estos efectos de expansión y compresión parecen ser más graves en la demencia, afirmó Janssen.
La expansión notable en la corteza entorrinal, una región crucial para la memoria, destaca su relación con la acumulación de la proteína tau, lo que la convierte en un indicador temprano de Alzheimer.
Nuevos marcos para la detección de la demencia
Los investigadores sugieren que el análisis de la forma cerebral podría ofrecer marcadores útiles para identificar el riesgo de demencia años antes de la aparición de síntomas, llamando a una nueva paradigmas en la investigación del Alzheimer.
Se considera la posibilidad de desarrollar pruebas que comparen la forma del cerebro de un individuo con modelos normales, lo que podría proporcionar información crítica sobre la salud cerebral a nivel clínico.
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