Ante el asecho de ICE, supermercados rodantes mantienen a la comunidad segura
Las camionetas con productos alimenticios se convierten en negocios esenciales en las comunidades migrantes

Tachita Cortez atiende a una cliente en un barrio del noreste de LA. Crédito: Janette Villafana | Impremedia
Tachita Cortez. de 46 años, y su esposo Tachito, de 45, se levantan diario a las 3 de la mañana para surtirse de producto en el centro de Los Ángeles. Los dos llenan sus camionetas que han sido convertidas en supermercados rodantes con verduras frescas, carnes, pollos, pan y otros productos solicitados por sus clientes.
Su negocio llamado “El Tachito Produce” sirve a más de 30 personas diariamente en comunidades que viven en apartamentos y otros vecindarios pequeños en el noreste de Los Ángeles. La mayoría de sus clientes prefiere los supermercados rodantes a caminar o manejar a una tienda donde puedan estar en riesgo de una redada.
“Nosotros lo hemos notado, ahorita a la gente le da miedo salir hasta a la esquina”, dijo Tachita, mientras organizaba las verduras. “Lo que nos piden los clientes nosotros tratamos de conseguirlo para que no tengan que salir a una tienda”.
Una de las camionetas de los emprendedores mide16 pies de largo y la otra es una van equipada con refrigeradores y exhibidores que permiten mostrar los productos a la gente. Estos supermercados rodantes son solo dos de los l42 que operan en todo el condado de Los Ángeles, según Departamento de Salud.

Algunos miembros de la comunidad dijeron que este tipo de negocio ha estado disponible por mucho tiempo, pero durante la pandemia y ahora con las redadas se han convertido en esenciales en muchas comunidades, brindando un poco de paz y seguridad para sus clientes.
Tachita dijo que su esposo ha trabajado con sus padres en el negocio de vender productos desde que tenía 14 años. Ella solo lleva tres años vendiendo desde su propia van. Los dos trabajan más de 10 horas al día manejando por vecindarios donde la mayoría de la gente es latina.
En un día cualquier, desde a las 8 de la mañana en un barrio del noroeste de Los Ángeles, las personas ya están esperando a “El Tachito Produce” para comprar pan dulce, tortillas, huevos o leche, inclusive medicinas para la gripa.
Patrullan antes de estacionarse
Muy a menudo cuando hay alertas o noticias de que los agentes de inmigración andan cerca o han realizado una redada en las comunidades donde venden, Tachita y su esposo primero patrullan la zona y avisan a sus clientes por TikTok o por teléfono de la seguridad de la zona para salir a comprar.
Para Tachita y su esposo, la prioridad es la seguridad de sus clientes a quienes ya conocen por nombre e incluso han visto crecer a sus hijos.

“Hemos visto bastantes clientes afectados por las redadas y es triste”, expresó Tachita. “Nosotros hacemos lo que podemos para ayudar”.
Subraya que han tenido clientes que han sido detenidos por inmigración. “Es triste porque los conocemos, convivimos con ellos y sabemos que no son malas personas, pero nomás de la nada se los llevan. Si duele.”
También hay en Santa Ana
Este tipo de negocios son una salvación para aquellas personas que temen ser detenidas, pero están en varios condados donde la comunidad migrante prevalece. Ellos no solo venden a domicilio, sino que la mayoría de las veces, la gente puede encontrar productos de buena calidad a un precio más barato.
Un supermercado rodante en una comunidad de apartamentos de la ciudad de Santa Ana es el de Marzelo, dueño de “Soriano Produce”. Este negocio recibe hasta pagos con tarjeta, incluyendo las tarjetas de asistencia gubernamental EBT.
“Teniéndolos aquí, casi casi afuera de nuestras puertas, ayuda mucho”, dijo uno de sus clientes que prefirió no compartir su nombre por seguridad. “Muchos de nosotros somos vulnerables y no tener que salir arriesgándose al supermercado Northgate, pues si ayuda”.
Marzelo, quien tiene más de 30 años sirviendo a la comunidad de Santa Ana, tiene dos camionetas, una donde vende verduras, sopas instantáneas, arroz, dulces y hasta paletas, y otra donde vende tacos y comida ya preparada.

Según Marzelo, muchos vendedores de productos como él han cerrado su negocio, tantito por el costo de las licencias y permisos, y también por el miedo de ser detenidos por los agentes de migración.
“No se crea, cuando empezó todo había gente que ni salía, hasta los que son nacidos aquí. Todos hemos visto cómo están arrestando a gente sin preguntar nada, solo por cómo te ves”, dijo Marzelo. “Ahora con muchas trocas cerrando, las que quedamos somos más esenciales que nunca”.
“Soriano Produce” está localizado en medio de apartamentos y sirve a más de 300 personas al día. Niños que van al salir de la escuela a comprar sus chetos con chile y limón, mamás que van y compran los alimentos de la semana y otros que suelen comprar un refresco.
“Yo he venido a este tipo de trocas desde que era chico”, dijo un joven de 25 años. “Mi mamá me mandaba por tomate, una tarjeta para hablar para México, y por tortillas. Ellos siempre han estado disponibles para nosotros en tiempos de la pandemia también”.
Efecto domino
No obstante, los supermercados rodantes son esenciales en varias comunidades, sus ventas también han sido afectados económicamente y en consecuencia, los negocios donde se surten. Tal es el caso de Everything Depot Wholesale en Santa Ana, un almacen que ha recibido el impacto de las redadas de inmigración.
Leslee y su esposo Juan son dueños del almacén que suele venderle producto a negocios como los supermercados rodantes, vendedores ambulantes e incluso algunas neverías michoacanas que sirven a la comunidad de Orange County.
Desde que empezaron las redadas dicen que sus ventas han bajado, y ahora solo hay 20 camionetas de venta de producto que siguen llegando a comprarles, una baja muy significativa, subrayan.
“Es una cadena y todos hemos sido impactados”, dijo Leslee. “Hemos visto situaciones donde los hijos se están teniendo que ponerse a cargo de las trocas de sus padres porque sus papás no tienen papeles, mientras que los que no tienen hijos cierran por completo”.
La inmigrante emprendedora cuenta que a lo largo de los 10 años que han estado abiertos, han conocido personalmente a varios dueños de los supermercados rodantes, y subraya que cuando empezaron las redadas en junio, inmediatamente notaron la ausencia de clientes por todo un mes.
“Aunque las ventas han bajado para todos, nos alegra ver que todavía hay negocios abiertas porque sabemos cuánto ayudan a la gente”, expresa Leslee. “Se ha escuchado de cómo los agentes pueden entrar a las tiendas, así que estas trocas son una bendición para muchas personas.”
Organizaciones al rescate
La necesidad de un servicio a domicilio es tan necesario en varias comunidades de Los Ángeles y Orange, que se han formado varios programas en lugares donde no llegan los suprmercados rodantes para regalar comida a comunidades necesitadas durante las redadas.
Organizaciones como Hands of Love Center, que reparten productos de alimentación en Lynwood en forma gratuita, cuentan que han visto esa necesidad crecer por el aumento en las personas que necesitan comida.
Gabriela Guevara, la coordinadora de comunidad para la organización, dice que cada mes sirven a más de 1.200 personas en Lynwood. Además, durante las redadas, ellos y otros grupos crearon un proyecto llamado Operación Esperanza que lleva comida y otros productos esenciales a familias impactadas.
“Estas trocas así como nosotros, estamos tratando de proteger a nuestra comunidad”, dijo Guevara. “Lo bonito de las trocas es que ellos siempre han estado al alcance de lugares donde no hay tiendas cerca del vecindario y donde hay comunidades grandes de hispanos.”
Antonio de “Anthony Produce”, otro supermercado rodante en Santa Ana, dice que la situación está peor que en la pandemia.
“Todos tenemos miedo, incluso nosotros que también estamos arriesgándonos”, dijo Antonio después de atender a un cliente. “Pero tenemos que salir porque la renta no espera y no nomás eso, pero si no salimos a vender, ¿qué van a comer los clientes que dependen de nosotros?”