Mafias y abuso policial mantienen en jaque a Guerrero
Ataques en carreteras, la desparición de 57 jóvenes y la detención de 22 policías son los hechos más recientes en el estado sureño

La escalada de violecia no da tregua en la entidad. Crédito: Getty
México.- El sureño estado de Guerrero vivió un agitado fin de semana donde las bandas del crimen organizado y el uso excesivo de la fuerza de los agentes policiales dejaron un saldo de seis muertos, 25 heridos, 57 desaparecidos y 22 policías detenidos, destacaron las autoridades
La escalada de violencia por parte de la delincuencia organizada y las manifestaciones de normalistas han mantenido en jaque al estado sureño que ha vivido los últimos días inmerso en situaciones de inseguridad, ya que hasta agentes policiales han sido detenidos.
La agencia EFE amplía la información
El procurador del estado, Iñaky Blanco Cabrera, explicó en rueda de prensa los resultados de las pesquisas sobre los incidentes sangrientos del pasado viernes y la madrugada del sábado, cuando ocurrieron al menos cuatro ataques a tiros en diverso puntos.
Indicó que los dos primeros tiroteos ocurrieron en la ciudad de Iguala, ubicada a unos 100 kilómetros de Chilpancingo, la capital de Guerrero en contra de estudiantes de la Normal (escuela para maestros) de Ayotzinapa, con un saldo de tres estudiantes muertos.
Los dos ataques restantes fueron protagonizados por grupos de desconocidos.
El primero de estos hechos fue en la carretera entre Iguala y Chilpancingo, cuando unos 10 civiles vestidos de negro y encapuchados dispararon contra un autobús en el que viajaba el equipo de fútbol de tercera división Avispones de Chilpancingo, con un balance de tres víctimas mortales.
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El segundo se registró en la población de Mezcala, a unos 80 kilómetros de Iguala, cuando unos 15 civiles con armas largas dispararon contra los vehículos y asaltaron a los conductores, aunque los agresores huyeron al acercarse un vehículo policial, explicó.
El procurador rechazó que los civiles que atacaron a la población sean paramilitares, como sugirió la prensa, y matizó que por su vestimenta y armas es más probable que sean del crimen organizado.
“Son personas vestidas de negro, con capuchas, que se transportaban en camionetas negras, y debido a los calibres, no descartamos que sean de la delincuencia organizada”, afirmó.
En el lugar del ataque se localizaron casquillos de fusiles automáticos AK-47, los llamados “cuernos de chivo”, muy usados por el narcotráfico.
Respecto a los tiroteos contra estudiantes en Iguala, Blanco Cabrera precisó que según todas las evidencias, la policía municipal accionó sus armas en contra tres autobuses que estaban en manos de estudiantes, antes de asesinar a tiros a dos de ellos en un segundo incidente.
A esas dos víctimas se sumó luego otra, cuyo cuerpo fue encontrado cerca del lugar horas después.
Además de estos hechos de violencia, los estudiantes denunciaron más tarde la desaparición de 57 compañeros y expresaron su temor que hayan sido secuestrados y asesinados por el crimen organizado.
El fiscal explicó que desde ese día se implementó un operativo de policías estatales, federales y militares, con el apoyo de un helicóptero, y que en esta búsqueda se logró ubicar a 40 estudiantes, aunque estos son los mismos que los 57 denunciados.
Iñaki destacó que se revisaron las instalaciones del cuartel del 27 batallón de la Secretaría de la Defensa Nacional y el cuartel de la Policía municipal de Iguala sin encontrar nada.
Agregó que en este operativo participan estudiantes de la misma Normal, para facilitar la identificación de los desaparecidos.
Además, agregó que han solicitado el apoyo de las fiscalías y otras instituciones en todo el país.
Por otro lado, el procurador informó que se encuentran arrestados 22 policías municipales de Iguala, que fueron trasladados en la noche de sábado a las instalaciones en Acapulco, tras definirse su presunta responsabilidad en los hechos.
El procurador aclaró que para el traslado de los detenidos fue necesario el apoyo de las fuerzas armadas, debido a que un numeroso grupo de familiares de los arrestados intentaba frenar el operativo y amenazaba con rescatarlos.
Explicó que en las próximas horas se definirá la situación legal de los uniformados detenidos, que pueden ser sometidos a un proceso penal por el “uso excesivo de la fuerza”, ya que la respuesta policial “no fue proporcional sino desmedida, y no hay ninguna justificación para que hayan hecho uso de las armas de fuego”.
El lunes unos 3,000 estudiantes se manifestaron en Chilpancingo para exigir la aparición con vida de más de medio centenar de jóvenes desaparecidos, el castigo para los responsables de la muerte de las seis personas y la renuncia del gobernador Ángel Aguirre y atacaron la sede del congreso estatal.
Durante un mitin celebrado frente al Congreso, un grupo de jóvenes encapuchados abrió las rejas del recinto y apedreó la fachada de vidrio del recinto, en el último episodio de la ola de violencia en la que se ha haya sumido el estado mexicano de Guerrero desde el viernes.