Incendios en norte de California dejan un muerto y arrasan 61,000 acres
Hay más de 23,000 personas desplazadas por dos incendios en el condado de Lake y en la Sierra Nevada
Los incendios en el norte de California que afectan a comunidades rurales del Valle de Napa han dejado por ahora un muerto y unos 61,000 acres arrasados, informó hoy la Agencia Forestal y de Protección contra Incendios (Cal Fire).
Mark Ghilarducci, director de la Oficina de Emergencias del gobernador, explicó en conferencia de prensa que unas 13,000 personas han sido evacuadas de sus viviendas en el condado de Lake debido a la proximidad de las llamas, originadas el sábado.
Según datos del Departamento del Sheriff del condado de Lake, la persona que falleció era una mujer discapacitada de avanzada edad. La mujer, cuya identidad no ha sido revelada, falleció la noche del sábado en su hogar ubicado sobre Hot Springs Road. El Sheriff recibió una llamada para asistir a la mujer, pero los 15 minutos que tardaron en llegar las autoridades fueron suficientes para consumir el vecindario entero, el cual ya había sido evacuado, salvo por la mujer.
El denominado “Valley Fire” ha destruido unos 1.000 edificios, 400 de ellos viviendas.
Otro foco, situado a unos 300 kilómetros, en Sierra Nevada, ha obligado a desplazar a otras 10,000 personas.
Los centros de evacuación más cercanos, situados en Calistoga y Kelseyville, estaban completamente abarrotados anoche y habían recibido numerosas donaciones en forma de ropa, mantas y comida.
“Lo único que queda de mi casa es la chimenea“, explicó Donna Clevenger a la estación de radio KQED. “Tengo 56 años y he vivido por mi cuenta desde los 18. Todo lo que he acumulado durante casi 40 años se ha esfumado de la noche a la mañana”, agregó.
Por el momento, los esfuerzos de los más de 1,400 bomberos desplegados en el condado de Lake han logrado contener las llamas en un 5 por ciento. Según el alguacil Brian Martin, se trata de “la peor tragedia que el condado haya visto”.
Cuatro bomberos que sufrieron quemaduras de segundo grado durante las labores de contención se encuentran en condición estable, afirmaron las autoridades.
El gobernador de California, Jerry Brown, declaró este domingo el estado de emergencia en los condados de Lake y Napa.
El pueblo de Middletown, de 1,300 habitantes, ha sido evacuado completamente ante la cercanías de las llamas, que avanzan rápidamente por los fuertes vientos, las altas temperaturas, la sequedad del clima y las grandes extensiones de arbustos en la zona.
“Los fuegos se están extendiendo más rápido que cualquier otro en la zona durante los últimos 30 años“, afirmó Ghilarducci al diario Sacramento Bee.
La declaración de estado de emergencia estatal permite enviar más recursos a la zona -incluida la Guardia Nacional de California- y acelerará los trámites para aquellos que han perdido sus casas, propiedades o documentos importantes.
Previamente, se había declarado el estado de emergencia en los condados de Amador y Calaveras, adonde llegaron los fuegos el viernes obligando a la evacuación de sus habitantes.
La amenaza que suponen estos incendios en California “va a empeorar” en el futuro debido al cambio climático, afirmó Brown en conferencia de prensa.
“No se trata de este año. Este es el futuro que nos espera de ahora en adelante. Las cosas sólo van a empeorar debido a la naturaleza del cambio climático“, apuntó. “Es un asunto muy serio. Gobernar trata de muchas cosas, pero la obligación fundamental (del gobernante) -sostuvo- es la seguridad pública”.
El director de Cal Fire, Ken Pimlott, indicó que la actual temporada de fuegos ha visto 1,500 incendios más de lo habitual.
El humo constante y las condiciones peligrosas para la vigilancia aérea están dificultando aún más las tareas de extinción.
“La zona es muy insegura ahora mismo”, afirmó el portavoz de Cal Fire, Scott McLean. La causa de los fuegos se encuentra actualmente bajo investigación.
Además del “Valley Fire”, una docena de incendios están activos en el resto de California. El más grande ha calcinado unas 55.000 hectáreas al sur de Sierra Nevada desde finales de julio, según el Servicio Forestal estadounidense