Inauguran un jardín comestible

Programa educativo busca enseñar a niños a comer saludable

A Iván Castro, de 10 años de edad, le encanta la comida mexicana. Su platillo preferido es el pozole que hace su mamá porque le pone mucha carne. A él no le gustan los vegetales ni las frutas. “Odia” el brócoli, pero “tolera” las zanahorias. Mide alrededor de cuatro pies y tiene más de 20 libras de sobrepeso. Iván forma parte de las estadísticas de Los Ángeles, que indican que uno de cada cinco menores de edad tiene sobrepeso o está obeso.

En un esfuerzo por cambiar los hábitos alimenticios de las nuevas generaciones se inauguró ayer un programa educativo que pretende enseñarle a comer a niños como Iván, quien estudia en cuarto grado en la Escuela Para Los Niños, en el centro de Los Ángeles.

Con la ayuda de un jardín con plantas comestibles, la organización La Plaza –de la Placita Olvera-, la supervisora Gloria Molina y la multinacional PepsiCo, buscan mostrarle a los estudiantes de las escuelas en zonas más pobres del condado angelino, que comer vegetales es delicioso y saludable.

La idea es que los pequeños sepan de dónde viene la comida y que pueden mantener la cultura culinaria latina, recalcó el Chef Steven Kalil, quien trabaja con PepsiCo para desarrollar recetas para productos saludables que incorporen elementos tradicionales hispánicos.

“Queremos que las familias tengan acceso a recetas deliciosas que incorporen sabores tradicionales como chiles secos, comino y otras hierbas de la cocina mexicana”, manifestó el Chef Kalil.

Para la supervisora Molina este programa educativo tiene el potencial de alcanzar a miles de familias con pocos recursos y lograr que mejoren sus hábitos alimenticios.

“En México se comen mucho más vegetales que aquí. Queremos enseñarle a esta nueva generación que pueden comer a lo mexicano sin perder el sabor”, dijo la supervisora Molina.

Este programa educativo estará a cargo del centro cultural mexico-americano La Plaza y los fondos provienen de PepsiCo.

Victor Crowford, director de operaciones de PepsiCo, dijo que esta empresa está comprometida en ayudar a diferentes comunidades con proyectos de “auto-sostenibilidad humana”. Esto significa la promoción de programas que ayuden al desarrollo de las comunidades.

“Queremos que las personas tengan vidas saludables, que sepan cosechar sus alimentos y que a la vez puedan mantener sus culturas. Este jardín cumple con esos elementos. Le enseñará los menores de dónde viene la comida, promoverá actividad física sin olvidar sus raíces culturales”, indicó Crowford.

PepsiCo donará un millón de dólares en los próximos tres años para cubrir los costos relacionados con el Programa de Artes Culinarias de La Plaza.