Enfermeras con ingresos millonarios

Las 42 de ellas que laboran en cárceles han ganado $47.5 millones en 6 años

SACRAMENTO.- Mientras que California no sale de un déficit fiscal para entrar a otro lo que ha representado miles de millones en dolorosos recortes a escuelas, universidades, discapacitados, ancianos y a servicios críticos en el estado, un selecto grupo de trabajadores estatales, las enfermeras de las prisiones, se dan el lujo de cobrar tiempo extra en sumas exorbitantes.

Según reportes estatales obtenidos por la agencia de noticias Bloomberg, en seis años, 42 enfermeras que trabajan para las prisiones estatales ganaron en conjunto 47.5 millones de dólares principalmente por horas extra.

Algunas como la enfermera de la prisión estatal de Soledad, Lina Manglicmot, ha ganado, desde 2005, más de 1.5 millones de dólares, alrededor de 253 mil 530 dólares al año.

Nancy Kincaid, portavoz del Clark Kelso, el interventor federal a cargo de la salud de las prisiones estatales, no negó los exorbitantes pagos que ganan las enfermeras en las prisiones de California. “Esto se debe a que el estado no ha podido reclutar suficientes enfermeras y personal médico y se ha visto obligado a pagar horas extras en exceso”, explicó.

“Cuando el gobierno federal se hizo cargo de la salud de las prisiones estatales en 2006, había un médico por cada 7,000 presos, y un largo rezago en la contratación de personal médico”, añadió.

Kincaid señaló que la situación ha mejorado lentamente, las plazas vacantes se han reducido a un 8%, pero aún así hizo ver que la rotación de personal es de 18%. “Se trata de un trabajo muy peligroso en el que la gente no dura. Enfermeras y médicos reciben constantes amenazas de muerte, abuso verbal, ataques físicos”, indicó.

A pesar de que las enfermeras en las prisiones estatales de California ganan de 7,258 y 9,296 dólares por mes sin contar las horas extras; y un médico entre 235 mil 740 a 248 mil 172 dólares al año, es difícil convencerlos de que acepten el empleo.

Steven Fama, abogado de Prison Law Office, una organización dedicada a proteger los derechos de los prisioneros de California, consideró justo los pagos que se han hecho en horas extras a las enfermeras.

“Ese dinero ha significado tener una enfermera para atender emergencias, darles su medicina a cientos de presos y proveerles salud. Es una obligación que tenemos como sociedad, de otra manera muchos reos habrían muerto”, indicó.

Los abogados de Prison Law Office entablaron una demanda colectiva en 2001 al estado por la deplorable atención a la salud que se daba en las prisiones estatales, prácticamente un preso moría por semana. Los jueces federales determinaron en 2005 que el sistema de salud presidiario estaba arruinado fuera de los parámetros constitucionales y ordenaron que le quitaran al estado el control de la salud de las prisiones estatales y lo entregaran a un interventor federal.

Kathay Feng, directora de la organización no lucrativa Common Cause que vigila el trabajo del gobierno, dijo que el excesivo pago de horas extras es un problema que ha estado ahí por un rato. “Es el resultado de que no se busquen soluciones a largo plazo en el presupuesto; y se opte por salidas a corto plazo como los recortes”, opinó.

Una de esas soluciones de corto plazo, apuntó, fueron los descansos obligatorios sin sueldo al mes para los empleados estatales, los llamados “furloughs” que en casos como el de las enfermeras y personal médico de las prisiones terminaron costándole más al estado en horas extras.

Nancy Lyerla, del local 1000 del Sindicato Internacional de Empleados de los Servicios (SEIU) que representa a las enfermeras, reconoció que el pago del tiempo extra es muy caro y han tratado lo más que han podido para hacer entender a las autoridades que las horas extras aún cuando sean voluntarias no son el camino a seguir.

Kincaid observó que hasta cierto punto es imposible eliminar el tiempo extra en las prisiones estatales, porque nunca se sabe cuando pueda surgir una epidemia de tuberculosis, varicela, un motín o una huelga de hambre que demande que el personal médico se tenga que quedar más tiempo. “La huelga de hambre en las prisiones costó 7 mil dólares en horas extras”, indicó.

La esperanza de que los contribuyentes dejen de pagar cifras millonarias en horas extras es el plan de traspaso de reos de las prisiones estatales a las cárceles estatales que comenzó en octubre pasado y se espera que en un periodo de dos años disminuya la población presidiaria en 33 mil 500 presos.

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