Destapan los abusos laborales en LAX
Los empleados del aeropuerto de Los Ángeles planean hacer más reuniones y profundizar su organización para exigir mejores prestaciones y condiciones de trabajo.
Con secuelas del estrés que la incapacitó por cuatro meses y de distintas lesiones físicas, Juana Guerrero no ha parado de limpiar el interior de los aviones que aterrizan en el aeropuerto de Los Ángeles (LAX).
Lo hace a marchas forzadas, presionada por la multa de 10,000 dólares por cada minuto de retraso que amenaza a la compañía para la cual trabaja, Menzies Aviation, aunque tiene el respaldo de un grupo de trabajo cada vez más reducido. La tarea que deberían realizar 16 personas, sólo la hacen 10.
“Siempre nos presionan que el avión ya está a punto de salir; es una explotación laboral”, dice Guerrero, encargada de limpiar los baños, ascientos y pasillos de los aeronaves de las líneas Alaska Airlines, Qantas, Virgin America, British Airlines, entre otras.
“Ya estamos cansados y ellos se están haciendo ricos a nuestras costillas”, reclamó quien fue contratada por Menzies Aviation hace seis años.
Como Guerrero, cientos de empleados del aeropuerto de Los Ángeles se reunieron anoche en un templo de la ciudad de Hawthorne para ventilar lo que callaron por años: los abusos laborales que se cometen en el cuarto centro de trabajo más importante de la región.
Para ellos, el aumento a los beneficios médicos que el Concejo Municipal aprobó a finales de 2009 no los ha favorecido del todo. La ley exige a las aerolíneas y contratistas pagar al menos diez dólares por hora si ofrecen seguro de salud, aunque no especifica qué tipo de cobertura.
De este hueco legislativo han echado mano para extender planes medicos de baja calidad, reclama Alejandra Valles, vicepresidenta del sindicato que representa a intendentes y guardias de seguridad de LAX (SEIU USWW).
“Los trabajadores están pagando miles de dólares de sus bolsillos”, dijo a La Opinión.
La coalición que está apoyando a los empleados del aeropuerto está programando una manifestación el viernes 24 de febrero al mediodía en la terminal internacional Tom Bradley de LAX.
A la reunión de anoche, organizada por el grupo Good Jobs LA, asistieron la congresista Janice Hahn, los concejales Bill Rosendahl y Paul Koretz, entre otros funcionarios.
Roberto Martínez, un empleado encargado de cargar y descargar maletas de los aviones, indicó que Menzies Aviation “impone un seguro que no es bueno”, pero por éste le reducen su sueldo a 11.72 dólares por hora. “No me alcanza”, comentó.
Los empleados también se quejaron de que la compañía les reduce injustificadamente más tiempo por comidas y descansos; mientras se niega a contratar más personal.
Debido a que la reunión se realizó fuera de horario de oficina no fue posible obtener un comentario de Menzies Aviation que, según su página de internet, opera en 29 países y tiene más de 17,000 empleados. Su último reporte financiero afirma que sus operaciones aumentaron un 12% respecto a 2010.