Fracasa misión especial en Irán
VIENA, Austria (EFE).- El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) reconoció ayer en un comunicado el fracaso de su más reciente misión especial a Irán, donde no pudo avanzar en los puntos pendientes de la investigación sobre el controvertido programa nuclear iraní.
Tras dos días de negociaciones en Teherán, los inspectores del OIEA no recibieron el permiso de visitar la polémica instalación militar de Parchin ni pudieron esclarecer las posibles dimensiones militares del programa atómico de la República Islámica, indica la nota emitida en Viena.
“Un equipo de alto nivel de expertos del OIEA está volviendo de Irán después de dos días de debates con funcionarios iraníes, mantenidas el 20 y 21 de febrero. Estas reuniones siguieron a las discusiones previas del 29 al 31 de enero”, agrega la agencia nuclear de la ONU.
Durante la primera y segunda ronda de debates, el OIEA pidió acceso a la instalación militar de Parchin, donde los inspectores suponen actividades relacionadas con un posible programa nuclear militar.”Irán no dio su permiso para hacer esta visita”, reconoce el organismo en el comunicado.
La nota agrega que los expertos del OIEA “hicieron intensivos esfuerzos” para acordar un documento que clarifique “asuntos no resueltos en relación con el programa nuclear iraní, en particular aquellos relacionados con posibles dimensiones militares”.
“Desafortunadamente, no se ha llegado a ningún acuerdo sobre este documento”, señala el comunicado, publicado en la página web de la agencia nuclear.
El director general del OIEA, Yukiya Amano, es citado en el comunicado, en el que afirma que “es decepcionante que Irán no haya aceptado nuestra petición de visitar Parchin durante la primera o segunda visita (a la República Islámica)”.
“Nosotros negociamos con espíritu constructivo, pero no se alcanzó acuerdo alguno”, concluye el japonés, quien tiene previsto emitir esta misma semana su más reciente informe sobre la investigación del programa nuclear de Irán.
En su último informe, publicado en noviembre pasado y considerado como el más duro con Irán después de nueve años de investigaciones, Amano dice que dispone de informaciones “creíbles” que indican que Teherán está trabajando en un programa nuclear militar.
Estas informaciones provienen de los servicios secretos de una decena de países.
El informe de noviembre contiene un anexo de 15 páginas en el que el director general relata con todo lujo de detalle las informaciones que sus expertos han ido recibiendo en los últimos años.
Irán se niega hablar desde hace casi cuatro años sobre estas alegaciones, que considera “mentiras” y “falsificaciones”.
En un intento por superar este punto muerto en la investigación, el OIEA decidió enviar en enero y en febrero dos misiones especiales a Irán, lideradas por Naeckerts y el jefe de gabinete de Amano, el argentino Rafael Grossi.
El fracaso de la misión del OIEA se produce en un momento de creciente tensión en la disputa sobre el programa nuclear iraní y las amenazas directas e indirectas de Israel sobre un posible ataque aéreo contra las instalaciones atómicas de ese país.