Mueren 29 afganos por ola de disturbios
Karzai pide calma, tras la quema de ejemplares del Corán por soldados de EEUU
KABUL, Afganistán (EFE).- El presidente afgano, Hamid Karzai, pidió ayer a sus compatriotas que mantengan la calma y pongan fin a la ola de disturbios que han dejado esta semana 29 muertos en el país a raíz de la quema de ejemplares del Corán por parte de soldados estadounidenses en una base de la OTAN.
En una rueda de prensa celebrada en el palacio presidencial de Kabul, Hamid Karzai declaró que “aunque la emoción y los sentimientos [de los manifestantes] son muy legítimos”, todos deben “mantener la calma”.
“No dejéis que los enemigos de la paz, de la estabilidad, del desarrollo y del pueblo de Afganistán se aprovechen de esta situación”, enfatizó el presidente afgano.
Los disturbios, añadió, han causado desde el pasado martes al menos 29 muertos y 200 heridos en todo el país, debido a la quema de ejemplares del Corán en el interior de la mayor base que las tropas de Estados Unidos tienen en Afganistán, Bagram.
Karzai reveló ayer que sus representantes en la comisión de investigación puesta en marcha por la misión de la OTAN y del Gobierno afgano han pedido un “castigo” para los que fueron responsables de la profanación.
La intervención de Karzai se produce después de que este sábado un supuesto oficial afgano matara a dos mandos de EEUU en la sede del Ministerio de Interior, en un ataque además reivindicado por los talibanes como “venganza” por la quema del Corán.
“No está claro todavía quién era [el atacante], de dónde era, si tenía nacionalidad afgana o extranjera. No podemos decir nada por ahora, pero lamentamos mucho [lo sucedido] y enviamos nuestras más sinceras condolencias a sus familias”, explicó Karzai.
La misión de la OTAN, que ya había perdido otros dos soldados en esta crisis, ordenó tras el ataque del sábado el repliegue de su personal presente en los ministerios de Kabul, y el presidente afgano afirmó ayer que esa medida es “legítima”.
A media tarde, Afganistán no había registrado protestas por la quema del Corán, una novedad desde el inicio de la crisis, el pasado martes, que luego se extendió por diversas provincias.
La hipótesis más extendida sobre los sucedido es que un grupo de personas de la base de Bagram lanzaron ejemplares del Corán y otros materiales religiosos a un depósito de incineración de basura, y que los restos fueron luego encontrados por algunos afganos.
La OTAN mantiene que la acción no fue intencionada y las autoridades estadounidenses se han disculpado por los hechos.