Jueces de la Corte Suprema cuestionan reforma de salud Corte Suprema se muestra escéptica ante reforma sanitaria

Jueces bombardearon con preguntas los principios básicos del plan sanitario

Partidarios a favor y en contra del plan de salud se manifestaron ayer por segundo día consecutivo en Washington.

Partidarios a favor y en contra del plan de salud se manifestaron ayer por segundo día consecutivo en Washington. Crédito: EFE

WASHINGTON, D.C.- Ayer fue un día difícil para el gobierno. La Corte Suprema bombardeó por diversos frentes el corazón de la reforma sanitaria, aprobada en 2009. El mandato que obligará a los estadounidenses a adquirir un seguro de salud a partir de 2014.

La Administración estuvo representada por el fiscal general adjunto Donald Verrilli, quien insistió que a través de la legislación, el Congreso está “ejerciendo su derecho de regular el comercio interestatal”.

En el lado de los demandantes, el abogado Paul Clement, expuso el caso y enfatizó que los legisladores sólo tienen el poder de regular el comercio, pero no de “obligar a la gente a comerciar”.

Hasta el momento, de los nueve jueces del Tribunal Supremo, cuatro de los más conservadores, Antonin Scalia, Clarence Thomas, Samuel Alito y John Roberts, han dado señales de coincidir con el argumento de los demandantes. En cambio, magistrados más liberales como Stephen Breyer, Sonia Sotomayor, Elena Kagan y Ruth Ginsburg, se han alineado más con el argumento.

Anthony Kennedy ha sido considerado como el juez más ambivalente entre ambas posturas y quien podría, potencialmente, decidir el destino de la reforma de salud en el caso de que la corte se muestre dividida.

Pero ayer, las señales dadas por el magistrado no fueron muy esperanzadoras para el gobierno. “¿Puedes crear comercio para regularlo?” Fue la primera pregunta que lanzó el magistrado cuando Verrilli apenas había avanzado un par de párrafos en sus argumentos introductorios.

El presidente de la Corte Suprema fue incluso más allá poniendo ejemplos cotidianos para cuestionar el mandato. “¿Puede el gobierno obligarte a comprar un teléfono porque eso facilitará la comunicación cuando necesitas servicios de emergencia?”, dijo.

Para expertos en Corte Suprema, como Lyle Deniston, de Scotusblog, la clave en la sobrevivencia de la reforma sanitaria, está en el “principio limitante”. Un término legal usado para describir dónde está el límite del poder del gobierno en el tema a discusión. El tribunal usualmente busca este punto cuando debate sobre una nueva aplicación de la autoridad del Congreso bajo la Constitución. Según Deniston, si Kennedy “puede encontrar el principio limitante, la ley sobrevivirá”, de lo contrario, será derrotada.

La intensidad de la discusión al interior del tribunal, se vio reflejada en las afueras de la Corte Suprema, donde cientos de personas llegaron a manifestar su posición sobre la reforma de salud.

Armados de pancartas, música, micrófonos y hasta pinturas, estaban dispuestos a perder la voz para apoyar o rechazar la ley de Cuidado de Salud Accesible.

El mandato en la reforma sanitaria, obliga a personas que no cuentan con un seguro médico de sus empleadores y no califican para Medicaid y Medicare, a adquirirlo, con ayuda de subsidios del gobierno. Se estima que dará cobertura de salud a 30 millones de personas sin seguro en la actualidad, entre ellos 9 millones de hispanos. Diversos grupos de derechos civiles como National Women Law Center, Health Care for America Now, SEIU, entre otras, organizaron la entrega de testimonios de mujeres que se han visto beneficiadas con la medida.

Entre ellas estuvo Chris Turner, una empleada en la industria de seguros que fue violada en 2002 y que luego perdió su cobertura médica. Al tratar de reingresar al sistema, el tratamiento psicológico que recibió, además de las medicinas preventivas contra el SIDA, fueron consideradas una condición preexistente. “Estuve sin seguro médico por tres años y pagué todo de mi bolsillo. En medio del problema que fue superar lo sucedido, tuve que lidiar con esto”, aseguró.

Al otro lado del debate, opositores a la legislación -liberales y conservadores- insistían en la necesidad de abolir la medida. Unos porque no la consideran un cambio de fondo al sistema de salud, sino más bien cosmético y otros porque insisten en que es otra manera en que el gobierno manejará la vida de las personas, limitando sus libertades. Hoy es el último día de audiencias en la Corte Suprema con dos jornadas. Una en la mañana y otra en la tarde. La primera debatirá qué partes de la legislación debieran sobrevivir, en caso de ser anulada y la segunda se referirá a la constitucionalidad de la expansión de Medicaid, bajo la reforma sanitaria.

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