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Erminia Rivera - Presidenta y propietaria, Fundación de Caridad Gilbert Rivera
“Mi esposo inició este negocio familiar, prácticamente de la nada, haciendo restauraciones en el exterior de los edificios. Yo manejando las llamadas de los clientes y él y su hermano en la calle haciendo y buscando el trabajo. Gilbert trabajó incansablemente hasta hacer de un pequeño sueño la empresa con 300 empleados que es hoy en día”, recuerda Erminia Rivera sobre el inicio de su empresa familiar.
La tragedia llegó a su vida cuando inesperadamente, su gran amor y compañero fue diagnosticado con una terrible enfermedad. “Lamentablemente mi esposo falleció hace cinco años. Teniendo solo 48 años y siendo un hombre saludable, fue diagnosticado con cáncer de colon, un asesino silente”, dice Rivera.
“Ambos crecimos en Brooklyn, de familias numerosas, con arraigadas raíces puertorriqueñas, mi esposo creía profundamente en dar a la comunidad y se sentía comprometido con ayudar a los que necesitaban”, menciona.
“Inspirados por ese deseo de colaborar con la comunidad, algo que siempre vimos en él, nació la motivación para continuar su obra”, afirma Rivera sobre su trabajo.
“Después de su partida, su familia y yo decidimos crear lo que es la fundación Gilbert Rivera, en honor a su memoria y gran corazón. Y cada centavo que logramos recaudar, se le devuelve a la comunidad mediante becas de estudio para las universidades, bancos de comida, y a todas las organizaciones comunitarias posibles”, explica.
“La fundación Gilbert Rivera, la cual represento, hizo una contribución de un millón de dólares al Centro de Cáncer de Mama Mamonides, el cual en agradecimiento designó una de sus salas como El Pabellón Gilbert Rivera”, cuenta Rivera llena de orgullo.
“Como mujer latina es una gran satisfacción poder colaborar estrechamente con el trabajo que estos centros locales realizan en la lucha contra el cáncer de mama y sobre todo que sea en nombre de mi esposo, que amaba profundamente su comunidad”, indica.
Rivera es parte de diferentes juntas académicas y presidenta del concejo asesor del Centro de Cáncer de Mama Mamonides.
Rivera disfruta los fines de semana yendo al cine y al teatro, en compañía de sus dos hijos, para los que quiere ser un modelo a seguir, tal como lo fue su esposo.