La encrucijada de Mitt Romney
Mitt Romney es ya el virtual candidato presidencial del Partido Republicano, pero para enfrentar al presidente Barack Obama deberá encarar el reto de desplazarse al centro para atraer el voto independiente o voltear a la derecha para afianzar el voto más conservador que lo ha desdeñado en las primarias. ¿Qué papel jugaría en esa decisión Rick Santorum o Marco Rubio si uno de ellos fuera seleccionado candidato a la vicepresidencia junto a Romney?
La suspensión de la campaña de Rick Santorum deja el camino libre a Mitt Romney para asegurar la candidatura presidencial del Partido Republicano.
Aunque aún faltan formalismos por cumplir, Romney es el virtual candidato y en ese sentido han aflorado dos cuestiones importantes: posibles ajustes político-ideológicos y quién será su candidato a vicepresidente.
En el primero de los asuntos Romney enfrenta una encrucijada. Una gran proporción de evangélicos y conservadores le negó apoyo durante las primarias (favoreciendo a Santorum o a Newt Gingrich), pero esos votantes serán cruciales en la elección general. ¿Moverá entonces Romney su discurso más hacia la derecha para concitar el entusiasmo de esos votantes? Pero el voto de los independientes será también muy importante y para captar un buen porcentaje de ellos Romney tendría que moverse hacia el centro, lo que iría a contracorriente de su necesidad de acercarse a la derecha republicana. ¿Qué grupo aporta más dividendos? ¿Podrá el disgusto hacia Barack Obama bastarles a los más conservadores para apoyar a Romney si este al final opta por la moderación?
En cuanto a su compañero de fórmula, hay quien señala que debería ser un candidato que compensara esa dicotomía. El senador de Florida Marco Rubio o la gobernadora de Nuevo México Susana Martínez comienzan a sonar. Es dudoso que eso le atraiga votantes hispanos en gran magnitud, pero sería un guiño a ciertos sectores. Pero la otra posibilidad es el propio Santorum, que le daría a Romney arrastre con la derecha, aunque habría que ver si una dupla así no sería demasiado monocolor para unos comicios donde el voto independiente será determinante.