Menos recuperación para las minorías
Un nuevo reporte elaborado por el Centro para el Progreso Americano, "El estado de las comunidades de color en la economía de Estados Unidos", deja un panorama difícil de olvidar
En 2010, la tasa de pobreza de afroamericanos e hispanos llegó a 24.2% y 24%, respectivamente. Crédito: AP
WASHINGTON D.C.- Organizaciones de derechos civiles insistieron ayer en el riesgo de profundizar una crisis nacional de proporciones. Mientras el país ha alcanzado lentos niveles de recuperación económica tras el fin de la recesión en 2009, las comunidades minoritarias y en especial los hispanos, se han quedado atrás.
Un nuevo reporte elaborado por el Centro para el Progreso Americano, “El estado de las comunidades de color en la economía de Estados Unidos”, deja un panorama difícil de olvidar.
“Es menos probable que estos grupos disfruten de las oportunidades de sus contemporáneos blancos, que vienen de un buen trabajo, ser dueños de una casa, tener seguridad financiera, seguro médico, beneficios de retiro y ahorros”, explicó el estudio, que analizó los índices económicos de los tres últimos años, en diferentes segmentos raciales.
“Las oportunidades económicas para las comunidades de color se erosionaron con más rapidez durante la recesión y han regresado de manera mucho más lenta, durante la recuperación”, especificó el documento.
Actualmente el sueldo mínimo para los latinos es de 549 dólares a la semana, la población caucásica en cambio gana 744 dólares. Entre 2009 y 2011, el número de hispanos que recibieron el sueldo mínimo se incrementó en un 15.8%, mientras para los blancos el aumento fue de 5.2%.
En 2010, la tasa de pobreza de afroamericanos e hispanos llegó a 24.2% y 24%, respectivamente, comparado a un 7.3% para los caucásicos y un 9.3% para la población asiática. Esto implicó un alza de 2.4% y 3.5% para los dos primeros grupos, en contraste con las cifras registradas entre 2007 y 2009.
Por otra parte, la crisis hipotecaria ha golpeado con más fuerza a las comunidades de color. En 2011 los latinos experimentaron una tasa de ejecuciones hipotecarias del 11.9%, en comparación con el 5%, de la población blanca.
Organizaciones de derechos civiles han insistido en que si el gobierno y Congreso no agilizan el desarrollo e implementación de políticas enfocadas en estos grupos, las diferencias actuales se acentuarán.
De hecho, esta ha sido una de las grandes críticas que entidades hispanas y afroamericanas hicieron al plan de recuperación económica lanzado por el Presidente Barack Obama en 2009. Los reclamos apuntaron a que se le dio demasiada libertad a los estados para administrar los más de 800 mil millones de dólares asignados, sin un enfoque en los grupos más vulnerables.
“A menos que las políticas públicas reflejen el sentido de urgencia que existe en el país, esto empeorará. Pienso que medidas como aumentar el sueldo mínimo, dar más protecciones a los trabajadores con la legislación existente, son el tipo de acciones que tienen apoyo bipartidista y que son necesarias ahora”, aseguró Christian Weller, autor del reporte.
“Incluso si la recuperación económica continúa su curso, vamos a seguir viendo una desesperación continua y una inseguridad económica masiva para las comunidades de color en los años siguientes”, comentó.
“Hemos visto mejoras en el nivel de desempleo entre hispanos, pero la situación es bastante dispareja aún. En estados como Rhode Island, Connecticut y Pensilvania la tasa de desocupación, para este grupo, supera el 20%. Asimismo, la calidad de los trabajos que los latinos han logrado acceder, está muy por debajo a lo que se veía antes de la recesión”, explicó Catherine Singley, economista del Consejo Nacional de la Raza.
La Casa Blanca ha insistido en que medidas como la Reforma de Salud, el aumento de las becas Pell, iniciativas para prevenir ejecuciones hipotecarias, entre otras, han dado un fuerte espaldarazo a comunidades de color y que de ninguna manera se puede decir que estos grupos no han sido considerados en el debate público.
Por ahora, una de las propuestas pendientes en el Congreso, es el proyecto de ley sobre transporte, que busca mantener y mejorar las carreteras en el país, por los próximos dos años.
Se espera que la iniciativa genere cerca de 4 millones de empleos, en áreas clave para las comunidades de color.