Pasan las de Caín en corte de vivienda
Inquilinos se quejan de la larga espera, el gentío, y la falta de intérpretes
Brooklyn.- Luisa Mejía se enteró de que -por una nueva regulación en la Corte de Vivienda de Brooklyn-, si no se presentaba ante el juez en el mismo momento en éste la llamara, podía perder su caso y ser desalojada del apartamento en donde ha residido con su familia durante 24 años.
Por eso Mejía se levantó más temprano de lo habitual, ya que como lleva cuatro años yendo a esta corte sabía que para entrar al edificio hay que hacer una larga fila, y para llegar a la sala es preferible subir las escaleras hasta diez pisos porque los ascensores son muy lentos y generalmente están repletos de gente.
El 16 de abril, el juez supervisor John Lansden, debido al retraso con que llegaban los abogados de los caseros, puso en vigor una nueva política en la que los litigantes pueden perder sus casos si no están presentes en la corte cuando los llamen.
Susan Vargas, del Bushwick Housing Independence Project, dijo que esta medida impactará desproporcionalmente a los inquilinos, quienes posiblemente perderán sus viviendas si no llegan a tiempo a la corte, “aunque el mismo edificio les cause problemas para llegar debido a las largas filas y los ascensores lentos”.
En vez de corte, un calvario
Mejía reside en el 1406 de la calle Putnam, y a causa de los problemas de mantenimiento del edificio Sección 8, que paga una parte de su alquiler, dejó de pagarle al casero desde 2008, fecha en que el dueño del edificio la tiene yendo a Corte, buscando desalojarla.
“Nosotros tenemos problemas de filtraciones en el techo, pisos deteriorados, ventanas rotas, y ratones, y aunque el casero sabe que es su culpa nos tiene en corte desde hace cuatro años”, dijo Mejía. “Y nosotros somos los que tenemos que pasar trabajo en esta corte, esperando parados o sentados en el suelo porque hay demasiada gente, y si el casero no le dio la gana de enviar su abogado, perdemos el día y tenemos que volver al mismo caos”, señaló.
Mejía estaba resolviendo su caso en la corte junto con los inquilinos Jessica Toro, Emma Medina, Sarah Colón, y Natalia Polanco, y el grupo formó parte del tour por la Corte de Vivienda de Brooklyn que organizó la organización Se Hace Camino Nueva York, para demostrar la situación de sobrepoblación, confusión y caos que atraviesan los inquilinos en dicho centro judicial.
Vargas dijo que los mayores problemas de dicha corte son la sobrepoblación y la falta se servicios de intérpretes.
“Si se entra a cualquier sala uno encuentra mucha gente parada, y como está prohibido estar parado la gente es sacada al pasillo a esperar, donde apenas hay dos bancos para tres personas”, dijo Vargas. “Si el inquilino sólo habla español, no va a encontrar a un intérprete en la oficina de información que lo guíe, y sólo cuando el caso es presentado ante el juez es que le facilitan un intérprete”, explicó.
Conveniente despelote para caseros
Defensores de los inquilinos aseguran que el problema de sobrepoblación y confusión de la corte está llevando a muchos inquilinos a pactar con los caseros para evitar el estresante laberinto de esta corte.
Uno de los casos es el de María Márquez, residente del 259 de la calle Jefferson, quien tras un pequeño incendio en su baño desalojaron a todos los inquilinos de su edificio con la promesa de regresarles sus viviendas en cuatro semanas, y ya llevan 13 meses fuera.
“El casero vendió el edificio a unos judíos y éstos nos llevaron a corte. A la primera cita en corte vinimos todos los inquilinos, pero cuando ellos vieron lo traumático que es venir aquí, decidieron aceptar la oferta del casero y dejar sus apartamentos, y sólo he quedado yo en la batalla”, dijo Márquez.
En la investigación de Se Hace Camino Nueva York, “La ventaja de la corte de vivienda de Brooklyn: cómo los caseros ganan y los inquilinos pierden”, encontraron que mientras el 85% de los caseros tiene representación legal el 95% de los inquilinos no cuenta con esta protección, y los inquilinos enfrentan numerosos desafíos, entre ellos un inadecuado acceso a información y servicios, y problemas estructurales del edificio.
Entre las recomendaciones del estudio están mudar la Corte de Vivienda de Brooklyn a un edificios más apropiado cuando expire el alquiler en mayo de 2014; tomar medidas encaminadas a reducir la sobrepoblación en el edificios, con mejoras de capital; y mejorar el acceso a otros idiomas, con más acceso a servicios de interpretación.
Fern Fischer, juez administradora del sistema de Cortes de la ciudad de Nueva York, negó que la Corte de Vivienda de Brooklyn tuviera problemas de falta de información y de interpretación, asegurando que cuentan con un Centro de Información que tanto brinda servicios a los inquilinos como a los abogados.
Fischer reconoció, sin embargo, que el edificio que le sirve de sede a la Corte de Vivienda de Brooklyn, “no es perfecto, porque no es una corte sino un edificio de oficinas”.