El crimen vuelve a tocar puerta de USC

A una semana del asesinato de los estudiantes chinos, ocurre otro robo a mano armada cercano al centro de estudios

Un agente del Departamento de Seguridad Pública de USC en la zona donde fueron asaltados cuatro universitarios.

Un agente del Departamento de Seguridad Pública de USC en la zona donde fueron asaltados cuatro universitarios. Crédito: Aurelia Ventura / La Opinión

Exactamente una semana después de que dos estudiantes fueron mortalmente baleados en un barrio fuera de los límites de la Universidad del Sur de California (USC), cuatro estudiantes fueron robados a punta de pistola a menos de dos millas de distancia del lugar, por un hombre que la policía pudo arrestar.

Alrededor de las 12:30 a.m. de ayer, cuatro estudiantes de USC caminaban hacia el oeste en la cuadra 600 de Calle 28 cuando un sospechoso se acercó a ellos con una pistola, dijo John Thomas, jefe asistente para el Departamento de Seguridad Pública de USC .

“Demandó que les dieran todo lo que traían y que lo pusieran en una bolsa que llevaba consigo”, dijo Thomas. “Ya en ese momento, los estudiantes le hicieron caso”.

El sospechoso se fue corriendo hacia el sur en la Calle S. Figueroa, según el agente Chris Lata, portavoz del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD).

Dos de las víctimas, de los estudiantes asaltados que eran tres hombres y una mujer, lo siguieron y en el camino se encontraron con un agente del Departamento de Seguridad Pública de USC, cerca de un restaurante de comida rápida.

“Cuando el agente oyó lo que pasó y supo que el sospechoso estaba armado, inició su persecución”, dijo Lata.

Tras activar a otros agentes del LAPD y referir el paradero, el asaltante resultó herido en una pierna cerca de la cuadra 700 de la Calle 30, según Thomas.

El sospechoso fue identificado como Jeremy Hendricks, de 24 años de edad, de Compton, quien fue referido a un hospital cercano.

El robo a mano armada occurió solo una semana después de las muertes de Ming Qu y Ying Wu, ambos estudiantes chinos de 23 años, que fueron baleados en la cuadra 2700 de la Avenida Raymond.

Desde la banqueta en la intersección oeste de la Calle 700 y Shrine Place, lugar en que cayó Hendricks, se podía ver el Shrine Auditorium, donde ayer se llevó a cabo un servicio en recordación de los difuntos.

“En este momento no creemos que los incidentes esten relacionados, pero tenemos a los mismos detectives manejando los casos por la proximidad de los hechos”, afirmó Lata.

Los robos agravados y homicidios en la zona “han disminuido dramáticamente”, agregó Lata, y los incidentes más comunes son robos menores como los de bicicletas.La universidad tiene un sistema de seguridad, que incluye cámaras grabando las 24 horas, agentes de seguridad en chaquetas amarillas, y agentes del Departamento de Seguridad Pública de USC, dijo Thomas.

Actualmente no se sabe si se van a aumentar los recursos, pero “vamos a evaluar si hay necesidad”, indicó.

Nick Berman, de 20 años y estudiante de periodismo y negocios en USC, dijo que estaba regresando a su apartamento, después de acompañar a un amigo, cuando oyó a unos agentes gritar: “Para y pon tus manos arriba”.

“Oí unos disparos y cuando salí, vi que había sangre aquí”, relato Berman, apuntando a manchas de sangre en la banqueta. “Eran las 12:30 de la madrugada y había mucha gente en las inmediaciones del barrio. El hecho de que pasó en la zona de la fraternidad es una locura, porque se supone que es una de las áreas más seguras fuera de los límites de USC”.

“No es una buena indicación de lo que está pasando… esto habla de lo no seguro que es el vecindario”, agregó el joven.

Una compañera, Eva Laskowski, quien vive en los apartamentos en frente a donde le dispararon a Hendricks, dijo que no pudo regresar a su cuarto por un rato después del incidente.”Estoy un poco sorprendida porque hay muchos agentes de seguridad patrullando este vecindario”, expresó Laskowski, de 20 años y estudiante de negocios. “Pero probablemente no voy a considerar mudarme, porque siento que en este punto simplemente no puedes escapar del crimen”.

Pasando por el lugar con su novio e hijo de 2 años, Erika López, que ha vivido unos 15 años en un apartamento en la calle adyacente, comentó que el área “siempre ha sido segura y que en tiempos recientes es que ha escalado el crimen violento”.

El robo tuvo lugar dentro del area de cobertura de Departamento de Seguridad Pública de USC y fue uno de sus agentes el que disparo a Hendrix, pero la investigación la realiza el LAPD.

“Definitivamente no alentamos que una víctima de robo siga al sospechoso”, dijo Thomas. “Lo mejor que pueden hacer es ir a un lugar seguro y llamar al 911”.

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