Contra el ‘burnout’, descanso

La única manera de combatir el síndrome del 'burnout' que se caracteriza por cansancio físico y emocional, es tomar unas buenas vacaciones.

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Crédito: Thinkstock

Sentir que a veces ya no tenemos la misma claridad para pensar, que situaciones que antes no nos afectaban mayormente ahora se vuelven intolerables y hemos perdido la alegría por realizar aquellas cosas que antes nos causaban tanto bienestar, no es otra cosa que un cansancio mental y físico que nos impide continuar con la rutina diaria de manera efectiva.

De pronto nos podemos preguntar si será necesario replantearnos objetivos o simplemente renunciar a ellos, pero lejos de ser esta la solución a los problemas, se vuelve imprescindible tomar un descanso integral para poder recuperar el entusiasmo para seguir con paso firme hasta ver realizados sus objetivos.

Quizá te suene familiar el término inglés síndrome de ‘Burnout’, que se traduce como estar ‘quemado’ por las actividades que una persona realiza. Por lo general se liga al aspecto profesional, sobre todo a quienes se desenvuelven en actividades en las que hay un contacto directo y constante con otros individuos, así como en profesiones que exigen un alto grado de responsabilidad.

Sin embargo, no es exclusivo de esas áreas de desarrollo, al final, cualquier ser humano que lleve a cabo una labor rutinaria sin tomar los debidos descansos y con una carga extraordinaria de trabajo, es vulnerable a pasar por este proceso de desgaste.

El psicólogo Hans Olvera, catedrático de la Universidad Iberoamericana, afirma que cuando observamos que presentamos alguna de las siguientes señales, es un buen momento para considerar la necesidad de buscar los espacios en busca de un respiro emocional y físico: fatiga crónica, cansancio, dolores de cabeza, musculares, de cuello y espalda, insomnio, pérdida o aumento de peso, desórdenes gastrointestinales, malestares en el pecho, palpitaciones, hipertensión, crisis asmática, resfriados frecuentes y aparición de alergias, las cuales son las alarmas psicosomáticas.

En tanto que las emocionales son irritabilidad y ansiedad generalizada y focalizada en el trabajo, puede sentir frustración, aburrimiento, distanciamiento afectivo e impaciencia. Las conductuales se refieren a apatía, hostilidad, sarcasmo o pesimismo.

“Cuando notamos este tipo de reacciones en nuestra persona, sin importar a lo que nos dediquemos, es necesario que tomemos un tiempo no solamente en la búsqueda de un descanso inmediato, además hay que replantear todo el proceso de trabajo y actividades que compaginamos porque por lo general cuando llegamos al punto de cansancio extremo es porque estamos saturados y no organizamos los horarios adecuadamente. Una semana de nuestra vida tiene que estar planeada para cumplir con el trabajo, compartir con la familia, realizar alguna actividad que nos sirva para relajarnos y disfrutar”, dice el especialista.

Es común que pensemos que un buen descanso está ligado necesariamente a dejar nuestro lugar de origen para visitar una playa o un sitio que nos atraiga, durante muchos días pero a veces, sobre todo en estos tiempos, resulta complicado disponer de dinero suficiente e incluso de un periodo de vacaciones amplio para hacerlo. No obstante, el hecho de romper con la rutina, dedicarnos a alguna tarea que nos satisfaga y que mantenga la mente ocupada en otra cosa, es una buena alternativa para procurar ese momento de esparcimiento.

Puede pensarse que mantener las pilas del ánimo en plenitud requiere de grandes acciones, pero lo cierto es que la constancia y el cuidado permanente de ti misma, es vital para estar siempre al máximo. Empieza desde ahora a actuar con orden y amor hacia sí y todo lo que te rodea, para que tus energías estén siempre listas para rendir.

“Conocerte a ti mismo, esculpe tu carácter”.

Bojorge@teleton.org.mx

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