El LAPD prepara su plan de expansión

Por años se ha querido unificar a las agencias del orden que operan en Los Ángeles: el LAPD, los agentes del DGS y a la Policía del Aeropuerto (LAAPD).

El LAPD ya trabaja en la transición de los agentes que actualmente colaboran con el Departamento de Servicios Generales (DGS).

El LAPD ya trabaja en la transición de los agentes que actualmente colaboran con el Departamento de Servicios Generales (DGS). Crédito: Ciro Cesar / La Opinion

Al menos tres filtros deberá pasar el plan de expansión de la Policía de Los Ángeles (LAPD): un comité y el pleno del Concejo Municipal, y la legislatura de California. El tercero sería el más difícil.

Pero antes de cruzar el primero, el LAPD ya trabaja en la transición de los 129 agentes que actualmente colaboran con el Departamento de Servicios Generales (DGS) como vigilantes de parques, bibliotecas y edificios que son propiedad del Ayuntamiento.

Con este movimiento, la Policía angelina tendría a 37 elementos más en sus filas sin costo adicional, aunque se ha criticado que los sitios ya mencionados quedarían sin protección. “La consolidación reducirá esa tarea”, advirtió el concejal Paul Koretz.

Para el jefe del LAPD, Charles Beck, la medida reducirá el déficit financiero del DGS, elevará el nivel de seguridad en las propiedades del municipio y permitirá integrar el comando policiaco de esta ciudad.

Por años se ha querido unificar a las agencias del orden que operan en Los Ángeles: el LAPD, los agentes del DGS y a la Policía del Aeropuerto (LAAPD). Actualmente sólo son entrenados de manera conjunta, en la Academia de Policía, los nuevos elementos de las tres corporaciones. En la ceremonia de graduación se separan.

“Una ciudad, un departamento”, repitió Beck ayer la frase del viejo plan de consolidación. “Tenemos que maximizar lo que tenemos”, subrayó el jefe policiaco, en la primera comparecencia del presupuesto en el Comité de Presupuesto y Finanzas del Cabildo.

Solo bajo el control del LAPD, dijo, los inmuebles del Ayuntamiento estarán más seguros. “Nunca verán que estaremos a un nivel menor del que estamos ahora”, recalcó.

Beck está muy interesado en tener a 37 agentes experimentados patrullando las calles, porque el paquete presupuestario para el ciclo 2012-2013 incluye la eliminación de 159 empleados civiles del LAPD. Y la única manera de cubrir estas tareas es sacando de las calles a más agentes.

Además, la Policía tiene el peso de una nómina que absorve el 96% de su gasto anual y la urgencia de renovar parte de su anticuada flotilla: por primera vez en tres años se ha pedido la compra de 144 vehículos para detectives y altos mandos policiacos, 117 patrullas y 56 motocicletas.

“La realidad es que tenemos que sacrificar un poco de seguridad pública en orden de preservar el presupuesto que sostiene a la seguridad pública”, comentó Beck.

Si el plan de expansión del LAPD es aprobado por el panel, éste pasaría al pleno del Concejo Municipal y, posteriormente, se enviaría a los legisladores estatales. Se espera que a principios de 2013 se conozca la decisión que tomen en Sacramento.

Los sindicatos de bibliotecarios y trabajadores de parques advierten que los deberes del LAPD adsorverán las tareas de los agentes del Departamento de Servicios Generales. “La consolidación llevará a priorizar las llamadas que recibe el LAPD y dejarán desatendidos los inmuebles de la ciudad”, anticipó Kristin Sabu, empleada municipal.

Armando Núñez, un policía del GDS, opinó lo contrario, indicando que la depedencia que actualmente los controla “no es la casa más eficiente”. “El plan asegura el largo compromiso de la seguridad pública y mejora la eficiencia de las agencias del orden”, opinó el agente. “Es necesario por los cambios estructurales que vienen”, añadió.

Mientras la Policía cruza los dedos, otras dependencias ejercen presión para evitar más recortes fiscales, los cuales incluyen la eliminación de 669 puestos. Al menos 26 se reducirían del Centro de Despacho del Cuerpo de Bomberos (LAFD), que recibe las llamadas por incidentes y urgencias médicas.

“Será devastador para la seguridad si eso ocurre”, alertó Pat McOsker, presidente del Sindicato de Bomberos de la ciudad (UFLAC), en referencia a los amenazadores despidos.

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