Ordenan juicio a policías por muerte de indigente en California

Un juez de California ordenó que dos policías de la localidad de Fullerton sean llevados a juicio, como responsables de la muerte de un indigente con problemas mentales en 2011.

Video de la golpiza de agentes de la policía al desamparado Kelly Thomas que presuntamente le habría causado la muerte.

Video de la golpiza de agentes de la policía al desamparado Kelly Thomas que presuntamente le habría causado la muerte. Crédito: AP

Los Ángeles (Notimex).- Un juez de California ordenó que dos policías de la localidad de Fullerton sean llevados a juicio, como responsables de la muerte de un indigente con problemas mentales en 2011.

En una resolución emitida este día por un juez de la Corte Superior del Condado de Orange, se dispuso que los agentes Manuel Ramos y Jay Cicinelli enfrenten un proceso criminal.

Ramos, de 38 años de edad, enfrenta cargos de asesinato en segundo grado y homicidio involuntario y Ciccinelli, de 42 años, de homicidio involuntario y uso excesivo de fuerza.

De ser hallados culpables, enfrentarían una pena de entre 15 años de prisión a cadena perpetua.

Ramos está en libertad tras depositar una fianza de un millón de dólares, y Cicinelli con una fianza de 25 mil dólares, ambas impuestas por el juez. Los dos fueron separados de sus funciones sin derecho a sueldo.

Esta semana fueron presentadas pruebas en audiencias preliminares para determinar si procedía el juicio, entre ellas un video, así como testimonios de un experto que confirmó la responsabilidad de los oficiales.

En el dramático video de 33 minutos se observó cómo el indigente fue golpeado con puños, toletes y seis descargas eléctricas por policías de Fullerton, un suburbio al sureste de Los Ángeles.

En el video que fue tomado el 5 de julio del año pasado por el conductor de un autobús público, mostró desde el momento en que fue detenido el indigente y cómo éste nunca agredió a los agentes.

En el video se escucha al indigente Kelly Thomas lanzar gritos de perdón para que lo dejen de golpear, y después lanzar otro grito a su padre diciéndole “¡Me quieren matar!”.

Thomas, de 37 años, quien sufría de esquizofrenia, quedó con la cara destrozada, fracturas de pómulos, de costillas, lesión cerebral y golpes y raspaduras en muchas partes del cuerpo, y murió cinco días después.

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