Son líderes en la educación

“Son ejemplo de lo mejor de nuestra sociedad”, dijo ayer Frank Álvarez, presidente del Hispanic Scholarship Fund (HSF) al otorgar los premios a los líderes hispanos en educación.

Es el reconocimiento que anualmente lleva a cabo el HSF, un fondo creado en 1975 y enfocado en asistir a los estudiantes latinos para que obtengan su título universitario.

Desde hace 37 años más de 53 mil estudiantes se han beneficiado con becas, estableció Álvarez.

Cada año el HSF dispone de 30 millones de dólares para cumplir con su misión de derribar las barreras que impiden que muchos latinos se gradúen de la universidad.

“Parte de nuestros objetivos es poner un título universitario en cada hogar latino de los Estados Unidos”, indicó el presidente del HSF.

Estados Unidos, precisó, ocupa el lugar número 12 a nivel mundial con 40% de estudiantes que cursan educación universitaria, sin embargo entre los latinos sólo el 19% alcanza ese nivel académico.

Los reconocimientos que se entregaron ayer en el hotel JW Marriot del L.A. Live fueron para Jonathan Chiquito, que se llevó el premio de Estudiante del Año; Irazema Guerrero fue la Maestra del Año mientras que Suzzanna Guzmán la Mentora del Año.

A Éber Quezada le dieron el premio de Padre del Año y la Woodrow Wilson High School fue reconocida como la Escuela del Año.

“Este premio significa que la gente puede creer en mi, no tengo idea porque me dieron el premio, pero lo que sí sé es que quiero ayudar a los demás luego que me gradúe de finanzas”, dijo Jonathan, quien a sus 23 años de edad está por graduarse con muy buenas calificaciones de Cal State Los Ángeles.

“Esto ha sido posible gracias a las becas que me han ofrecido, porque mi familia no hace mucho dinero, porque si hubieran tenido que pagar por mis estudios, no hubieran tenido para pagar la renta”, añadió.

Irazema Guerrero, de 24 años de edad y dos como maestra de primaria en la escuela Camino Nuevo José Castellanos, comentó que lo importante para ella es que sus estudiantes la vean como un ejemplo a seguir, que como latinos pueden conseguir lo que quieren si se esfuerzan.

“Yo veo que hay maestros que no les interesa el bienestar de sus estudiantes, entiendo que puedo ser un modelo para mis estudiantes y para otros maestros”, mencionó. “Este premio tiene que ver porque no sólo he trabajado académicamente con mis estudiantes, sino también con la comunidad y los padres, porque es importante tener esa conexión entre la escuela y la casa”.

La doctora Suzzanna Guzmán, quien activamente apoya la enseñanaza del arte en los planteles, recalcó que cualquiera puede ser mentor si se lo propone, desde ofrecerles su confianza hasta apoyarlos económicamente.

“Necesitamos muchísima gente creativa en el mundo, si quieres ser doctor, abogado o político, lo importante es tener una mente creativa, eso es lo que ofrece el arte y es lo que hace falta a nuestros hijos”, comentó la mentora del año.

Éber Quezada, inmigrante peruano que hace ocho años llegó a Estados Unidos con su esposa y tres hijos, ha podido salir adelante como trabajador de limpieza de piscinas y que sus tres hijos vayan a la escuela, la mayor por graduarse de UC Berkeley.

“Yo creo que la unidad familiar es muy importrante para el éxito académico, inculcar a los hijos que la educación es el mejor camino para triunfar en la vida”, comentó. “Este reconocimiento representa una etapa de esfuerzos y sacrificios que como padres hacemos, con el unico objetivo de que los hijos triunfen”.

El premio como Escuela del Año se entregó Úrsula Rosin, directora de la Woodrow Wilson High School, un plantel establecido en 1937 y que el 94% de sus alumnos es de origen latino.