Los zombis cubanos llegan al cine
El héroe de la película ‘Juan de los muertos' es un papá flojo que salva a Cuba de los zombis
Típicamente no se usan los adjetivos vago, irresponsable y perezoso para describir al héroe de una película. Pero en la cinta ‘Juan de los muertos’ el director Alejandro Brugués rechaza el arquetipo del héroe y lo reemplaza con el personaje de un padre descuidado, holgazán y negligente.
Brugués le inyecta vida a Juan, un hombre de 42 años que vive en La Habana, Cuba, aislado de su hija Camila porque ella no quiere saber nada de él. Pero todo cambia cuando el abuelo de Camila intenta comérsela. Abruptamente, Juan se ve forzado a responder a los actos de violencia que ocurren a su alrededor si no quiere ser devorado por sus vecinos.
“Hay tres maneras que los cubanos responden a los zombis y en cierta manera a todos los problemas que enfrentan en este país [Cuba]: siguen con su vida como si no pasara nada, ponen un negocio y tratan de ganar algún dinero o, por último, se tiran al mar y tratan de huir”, describe Brugués, quien nació en Buenos Aires.
El cine de zombis es un subgénero del cine de terror popularizado por películas como ‘La noche de los muertos vivientes’, que se estrenó por primera vez en 1968. La nacionalidad de un zombi no es tan significativa cuando un ser con el rostro en estado de putrefacción está a punto de atacar, pero el lugar donde ese zombi se come a la gente sí es importante. El protagonista de esta cinta no son las 300 personas tratando de merendar restos humanos, sino la isla misma donde todo sucede. La única manera de escapar de ser consumido por los seres en proceso de descomposición es tirándose al agua y nadando al pedazo de tierra más cercano, la costa de Florida en Estados Unidos.
“Todo comenzó como una broma. Un día vi a una persona caminando por las calles de Cuba que parecía un zombi y le dije a mi productor que deberíamos producir una película sobre zombis en Cuba”, dijo Brugués.
Los zombis no causan miedo: al contrario, hacen reír y reflexionar. Para algunas personas, los zombis cubanos personifican a los habitantes de la isla que viven en un país donde son manipulados y forzados a obedecer un régimen por su deseo de vivir y saciar su hambre. “Quise hacer una película de zombis que yo siempre había querido ver y, al mismo tiempo, hablar sobre Cuba. Por ejemplo, nunca había visto a un zombi bajo el agua o tratando de viajar en balsa”, explicó Brugués, quien admite que el reto más difícil fue aprender a utilizar el maquillaje para darle vida a los muertos.
“El maquillaje fue bastante complicado, especialmente con tantos zombis. El maquillaje lo hicieron un grupo de mexicanos, que trajeron los materiales desde México, y cubanos que te pueden hacer un zombi con cualquier cosa”, dijo Brugués, quien filmó la película entera en Cuba.
A través del lente de la cámara vemos cómo Brugués cree que la gente de Cuba reaccionará a este problema. Brugués invita a su público a conocer a los cubanos para aprender sobre sus idiosincrasias y tendencias de una manera disimulada.
“Si Cuba se llena de zombis, ¿cómo reaccionan los cubanos a este problema? Tienes que tratarlo como si los zombis fueran el problema nuevo que los cubanos tienen que enfrentar después de 50 años de reaccionar a un problema tan propio”, dijo Brugués.
Cuando la población cubana se queda indefensa, antes de que sea consumida por los zombis hambrientos, Brugués elige como héroe a la persona menos indica, un flojo cualquiera. Así, después de ver la cinta se puede concluir que cualquier persona en Cuba puede salvar al país de su desgracia… o al menos de los zombis.
“El personaje de Juan se ve por todos lados en Latinoamérica. Por ejemplo, en Brasil a la gente le encanto porque tú vas por las calles de Río y ves a un tipo con camiseta y las chancletas por todos lados”, dijo Brugués.