Migrantes envían carta a candidatos
Migrantes mexicanos en Estados Unidos enviaron una carta a los cuatro aspirantes presidenciales con miras de revivir una rezagada agenda de la comunidad de mexicanos en el exterior que incluye la creación de un instituto autónomo de atención, representación en el Congreso, credencialización electoral masiva, intercambios educativos y la inclusión de la historia del éxodo en los libros de texto.
MÉXICO, D.F.- Migrantes mexicanos en Estados Unidos enviaron una carta a los cuatro aspirantes presidenciales con miras de revivir una rezagada agenda de la comunidad de mexicanos en el exterior que incluye la creación de un instituto autónomo de atención, representación en el Congreso, credencialización electoral masiva, intercambios educativos y la inclusión de la historia del éxodo en los libros de texto.
“No podemos dejar que el próximo gobierno nos siga dejando en el olvido”, advirtió Armando Vázquez, académico del Departamento de Estudios Chicanos, en Cal State Long Beach, en entrevista telefónica después de dar a conocer el documento.
Entre los firmantes se encuentran 60 representantes y líderes migrantes, académicos de universidades estadounidenses, conferencistas, ex braceros, pastores religiosos, empresarios, trabajadores de oficios, jornaleros, ejecutivos, científicos, artistas, abogados, médicos y periodistas.
“No somos un sector social, sino la Nación mexicana en el extranjero”, atiza la misiva en manos de los candidatos Andrés Manuel López Obrador, de la alianza de izquierdas Movimiento Progresista; Enrique Peña Nieto, de la coalición Compromiso con México; Gabriel Quadri, del Partido Nueva Alianza, y Josefina Vázques Mota, del Partido Acción Nacional (PAN).
Ante ellos se lamenta la exclusión predeterminada de representantes de la diáspora mexicana en la próxima legislatura en el Congreso.
“Ni siquiera una o uno, ¡No se vale!”, se lee en el texto que busca crear una circunscripción electoral que garantice la participación de migrantes en la Cámara de Diputados y Senadores.
“Queremos ser parte de la vida política activa de México porque allá están nuestras familias y queremos su beneficio”, reclama a larga distancia Esther Barber, directora de la Asociación Cívica Mexicana de Indiana; en tanto Vázquez, desde California, lamenta la “mala” atención del gobierno mexicano frente a los abusos contra indocumentados.
“Hay tantos atropellos en Estados Unidos y México se lava las manos enviando sólo ridículas cartas de ‘condena enérgica’ que no sirven para nada con el argumento de que no quieren violar la soberanía, pero aquí vemos que otros gobiernos como el de la comunidad judía sí se faja los pantalones para apoyarlos”.
Los suscriptores de la carta calculan que la creación de un Instituto Nacional sobre Políticas Públicas de Atención a las Mexicanas y Mexicanos en el Extranjero (INPAMEX), autónomo, con presupuesto y dirigido por los propios migrantes ayudaría a mejorar las relaciones bilaterales.
“Nos están desaprovechando”, remarca Vázquez, crítico del actual esquema del Instituto de Mexicanos en el Exterior (IME), organismo que depende de la cancillería y que carece de recursos.
Cita como ejemplo del desperdicio de la fuerza migrante a los casi inexistentes convenios de colaboración académica y económica, a pesar de que California es el socio comercial número uno de México y de que parte de la academia y de las empresas también son dirigidas por emigrantes.
En la misiva para los presidenciables, esas observaciones quedaron plasmadas de la siguiente forma: “El día en que México otorgue a su diáspora el mismo trato que da a empresas transnacionales detonará un potencial clave y propio para el adelanto de la nación y de su pueblo sin fronteras.
“Más allá del Programa 3×1 y de las remesas, representamos un recurso humano y social sin precedente que aún no reconocen ni valoran los gobernantes de México”.
El “ninguneo” incluye a trabajadores que incluso podrían regresar a su país con los proyectos adecuados: médicos que emigraron y hoy laboran en los campos norteamericanos o trabajo conjunto entre medianos y pequeños empresarios migrantes que podrían tener sucursales de trabajo en México.
“Para lograr todo esto hace falta que tengamos representación y podamos votar fácilmente: con
matrícula consular y por internet”, precisa la activistas Barber en contexto del sufragio federal actual limitado al voto postal y sólo con credencial para votar con fotografía.
El activista Vazquez idea medidas por si acaso el nuevo gobierno no mira a los migrantes: ¿qué tal un boicot de remesas? ¿Algunas otras ideas?
Los líderes migrantes tendrán un seminario sobre políticas migrantes los próximos 28,29 y 30 de junio, en la Casa de la Universidad de California en México, ubicada en la calle Carmen 1, colonia Chimalistac, Distrito Federal.