Egipto hace historia
El país abraza la democracia y asiste en normalidad a las urnas para votar
EL CAIRO, Egipto (EFE).- Los egipcios se dirigieron ayer en masa y dentro de una absoluta normalidad a las urnas para votar a su primer presidente tras la caída de Hosni Mubarak, con la sensación de decidir por primera vez en sus vidas el destino de su país.
La sola celebración de unos comicios en libertad era algo inimaginable hasta hace poco más de quince meses, antes de que la presión de las protestas populares obligase a Mubarak a renunciar.
Por ello, pese a la convulsa transición que vive el país, los millones de votantes que se acercaron a los colegios electorales -es probable que la participación no se conozca hasta dentro de unos días- vivieron con la ilusión de un primerizo el momento de depositar la papeleta en la urna.
“Es la primera vez que voto para elegir al presidente en mi vida”, reconocía, emocionada, Fatima El Hach en la escuela Bahezat al Badia del popular barrio de Imbaba.
Al margen del candidato elegido, un deseo era común a la mayoría de los electores: Egipto necesita estabilidad para recuperar la seguridad en las calles e impulsar la maltrecha economía.
Esa estabilidad es la que, de una manera u otra, han vendido los candidatos favoritos en la carrera presidencial, dos islamistas y dos exaltos cargos del antiguo régimen.
El último primer ministro de Mubarak y candidato continuista, Ahmed Shafiq, ha visto cómo en las últimas horas un buen número de indecisos optaban por su nombre en las papeletas, en detrimento del exsecretario general de la Liga Árabe, Amro Musa, el otro gran candidato laico.
Las resultados, que deberán darse a conocer el próximo martes, son impredecibles, aunque las encuestas difundidas y los testimonios recogidos por EFE apuntan a un gran apoyo al candidato de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Mursi.
Mientras, el pujante Shafiq aspira a pasar también a la segunda vuelta (que se disputará los próximos 16 y 17 de junio), frente a Musa y al islamista moderado Abdelmoneim Abul Futuh, que partían como rivales a batir y que parecen haberse desinflado.
Enfundada en un “niqab” (velo que cubre toda la cara salvo los ojos), Sana Mohamed Taha explicó a EFE en el barrio de clase media de Aguza que su voto fue a parar a Shafiq “porque es alguien que tiene experiencia, y era uno de los asesores buenos de Mubarak”.
“En las elecciones parlamentarias voté a los Hermanos Musulmanes, pero no esta vez, porque sus jeques nos han mentido mucho. Los Hermanos no son ángeles, y lo digo yo que voy con ‘niqab’, sino que entre ellos los hay buenos y malos”, dijo.
La gran afluencia de electores a las urnas hizo necesario extender una hora adicional la votación hasta las 9:00 de la noche, hora local (7:00 de la noche, hora del meridiano de Grenwich), cuando cerraron finalmente los colegios.
“Hay mucha participación, más de lo previsto. Es una gran fiesta democrática. Cada hora votan aquí entre 80 y cien personas, hasta ahora no he podido ni respirar…”, aseguraba entre risas el presidente de una mesa electoral en el colegio militar de secundaria de Imbaba, el juez Kamal Kurdi.
También en Alejandría, segunda ciudad del país, largas colas de electores esperaron pacientemente su turno en los centros de votación, que abrieron sus puertas de manera puntual.
Los organizadores de los comicios parecen haber tomado buena nota del desbarajuste generalizado en las elecciones legislativas de finales de 2011 y comienzos de 2012, que propició numerosas irregularidades, y ayer los egipcios votaron en un orden y una armonía poco habituales.
Según resumió en una rueda de prensa el juez Hatem Bagato, secretario general de la Comisión Suprema Electoral Presidencial, “la primera jornada electoral ha transcurrido en paz gracias al pueblo egipcio, a los jueces y a la policía”.
Tan solo se han detectado irregularidades aisladas como el reparto de propaganda electoral en algunos colegios y la celebración de actos considerados como electoralistas, según Bagato.
En este sentido, el presidente de la comisión, Faruq Sultan, explicó que su organismo ha denunciado a tres aspirantes -Shafiq, Abul Futuh y Mursi- ante la Fiscalía General por sus infracciones.
Además de esta denuncia, Shafiq sufrió tras depositar su voto el ataque de un grupo de manifestantes, que lanzaron piedras y zapatos contra su vehículo a la salida del colegio electoral.
Pese a todo, el desarrollo de los comicios fue considerado óptimo por las organizaciones encargadas de hacer el seguimiento de la votación.
En declaraciones a EFE, el jefe del equipo de observadores de la Liga Árabe, el más numeroso de todos los presentes, Mohamed el Jamlishi, destacó que la participación fue masiva en los centros de votación que visitaron sus 52 expertos.
El Jamlishi, de nacionalidad marroquí, destacó que es evidente que la organización “ha ganado experiencia, sobre todo, en el caso de los jueces, que también supervisaron los comicios legislativos”.