Escuchar a los silenciados
Daisey Sánchez, sanfranciscana, hija de inmigrantes mexicanos, escucha a una comunidad oculta: los discapacitados sonoros
Daisey Sánchez busca convertirse en una audióloga bilingüe. Crédito: Suministrada
SAN FRANCISCO.– Dicen que en la vida hay que tener objetivos. Daisey Sánchez envió a la redacción de El Mensajero su currículum. Lo primero que plantea en su presentación es, precisamente, su meta profesional: “Trabajar con toda capacidad como audióloga para mejorar la vida de individuos que han perdido el sentido del oído”.
Ese propósito le valió para egresar de la Universidad de San Francisco (SFSU en inglés) con honores. El 19 de abril de este año recibió el Premio al Liderazgo como Alumna Destacada. Y apenas el 17 de mayo celebró la ceremonia académica al egresar de la carrera en desórdenes de comunicación.
Nacida en San Francisco y criada en el barrio de la Mission por padres mexicanos, Daisey contó que cuando cursaba la High School tuvo prácticas con niños que tienen capacidades diferentes. Tras la sesión, descifró eso que suele ser tan difícil para tantos: sabía lo que quería ser de grande. Esa famosa frase que marca el destino personal.
“Me gustó mucho trabajar con personas con discapacidades mentales”, describió en una charla. “Me divertí mucho y cuando entré a la universidad sabía que quería hacer algo con personas con discapacidades mentales”.
Ahora, egresada de la universidad, continuará sus estudios de posgrado en la Universidad de Arizona, en la ciudad de Tucson, a partir de agosto, donde continuará su sueño de convertirse en una audióloga bilingüe para apoyar tanto a niños y jóvenes con problemas de comunicación, como a los padres de éstos.
Daisey logró el reconocimiento honorífico de la SFSU por su participación en una organización estudiantil que apoyaba a niños y niñas con dificultades en la comunicación y en el lenguaje. Primero fue seleccionada para dirigir la secretaría del grupo. Después, por elección de sus compañeros, fue nombrada la presidenta del club.
“Cada año organizábamos una reunión nacional con estudiantes, profesionales de la bahía, que son expertos en nuestra materia, y cada semana teníamos algún evento con un profesional que nos hablaba de lo que es en verdad trabajar en lo que nosotros estamos estudiando”, explicó Daisey.
“Vi que por medio de los clubs, los estudiantes lograban sus metas académicas”, expuso sus razones para involucrarse en la organización estudiantil.
Por medio del grupo, Daisey Sánchez fue voluntaria en distintos centros donde compartió tiempo con hispanohablantes y aprendió el valor del idioma.
“El español me ha ayudado para conectar con los padres que he conocido, para ayudarlos a traducir lo que las maestras o personas a cargo de escuelas les han querido decir, porque si no les traducen no se entienden muy bien, y hay preguntas que no son contestadas correctamente porque a veces los papás no han hablado inglés”.
Reconoce la estudiante que no habría logrado continuar sus estudios sin el apoyo de sus padres: “los dos siempre me han dicho, a mi hermano y a mí, que la educación es importante y que si queremos sobresalir, la educación es la que nos va ayudar.
Está consciente de que muchos jóvenes hispanos abandonan sus estudios porque aún no se aprueba el Dream Act, y muchas veces, los egresados terminan con empleos secundarios, pero ella mantiene que “como comunidad latina necesitamos poner más énfasis en la educación, desde una edad temprana. Otros grupos étnicos ponen gran empeño en esto. La educación provee para el mañana y esa mentalidad debe prevalecer más entre los latinos”.
Mantiene la esperanza: “Aunque es difícil encontrar trabajo, un día la economía será mejor y los trabajos otra vez serán comunes y fáciles de encontrar”.