‘Nixon, peor de lo que se pensó’
Al cumplirse 40 años del caso Watergate, el más grande escándalo político en la historia de Estados Unidos, se ha demostrado que el entonces presidente Richard Nixon fue peor de lo que se pensó, indicó ayer The Washington Post.
WASHINGTON, D. C. (Notimex).- Al cumplirse 40 años del caso Watergate, el más grande escándalo político en la historia de Estados Unidos, se ha demostrado que el entonces presidente Richard Nixon fue peor de lo que se pensó, indicó ayer The Washington Post.
El escándalo Watergate llevó a que el 8 de agosto de 1974 renunciara el presidente Nixon, convirtiéndose así en el único mandatario en Estados Unidos en dimitir por obstruir la justicia.
En un extenso reportaje, el periódico anotó que se han ofrecido innumerables respuestas sobre el caso Watergate desde el 17 de junio de 1972 cuando un grupo de ladrones vestidos de traje fueron detenidos en la sede del Partido Demócrata.
En un inicio Nixon sólo ofreció una respuesta de que ciertos elementos trataban de extender este asunto más allá de lo que era, pero con los años se ha descubierto que el mandatario fue peor de lo que se pensó, señaló el diario.
“Cuando el entonces secretario Ronald Ziegler trató de minimizar el asunto como un simple robo, la historia demostró que era todo lo contrario”, afirmó el rotativo que hace 40 años reveló este escándalo.
Dos años más tarde, en 1974, Nixon se convirtió en el primer y único presidente de Estados Unidos en dimitir por conspirar para obstruir la justicia en el encubrimiento del caso Watergate.
Otra respuesta ha persistido desde entonces y a menudo sin discusión: la noción de que el encubrimiento fue peor que el crimen. Esa idea minimiza la escala y alcance de las acciones criminales de Nixon, según el periódico.
“Watergate fue mucho más que la integridad del proceso de proponer y elegir al presidente de Estados Unidos”, indicó el reportaje firmado por Carl Bernestein y Bob Woodward, los dos periodistas que revelaron en ese tiempo lo que sería el más serio escándalo político en el país.
“Fue mucho más que eso en su forma más virulenta fue un descarado y audaz asalto, liderado por Nixon a sí mismo, contra el corazón de la democracia estadunidense: la Constitución, nuestro sistema de elecciones libres, el imperio de la ley”, subrayó.
“Hoy, mucho más que cuando cubrimos esta historia como jóvenes reporteros de The Washington Post, un abundante registro proporciona respuestas inequívocas y pruebas sobre el caso Watergate y su significado”, expresaron los periodistas.
Ese registro se ha ampliado por décadas con la transcripción de cientos de horas de cintas secretas de Nixon, añadiendo detalles y contexto a las audiencias en el Senado y en la Cámara de Representantes.
De igual forma contribuyeron las pruebas y declaraciones de culpabilidad de algunos de los 40 colaboradores de Nixon y asociados que fueron a la cárcel y las memorias del exmandatario y sus suplentes.
Esa documentación permite rastrear dominio personal de Nixon durante una masiva campaña de espionaje político, sabotaje y otras actividades ilegales contra sus oponentes reales o percibidos.
En su presidencia de cinco años y medio, a partir de 1969, Nixon inició y logró cinco guerras sucesivas y superpuestas contra el movimiento antiguerra en Vietnam, contra medios de información, contra demócratas, sistema de justicia y contra la propia historia.
Todos reflejan un patrón de comportamiento que era exclusivo y exhaustivo de Nixon: una voluntad de ignorar la ley de ventaja política y una búsqueda de suciedad y secretos sobre sus oponentes como un principio organizador de su presidencia, indicó el diario.