Terapia cambia la vida de niños autistas
En el Valle de San Fernando hay aproximadamente unas 18,000 personas con diferentes tipos de problemas de desarrollo neurológico como autismo, déficit de atención e hiperactividad (ADHD) y retraso mental.
Hace tan sólo cinco meses Miguel Barragán, de 5 años de edad, no podía hablar con oraciones completas y pasaba su tiempo armando rompecabezas.
A sus tres años, Miguel fue diagnosticado con autismo.
Ahora, después de una serie de terapias destinadas a estimular el funcionamiento entre el lado izquierdo y el derecho de su cerebro, Miguel puede contestar preguntas e interactuar con personas a su alrededor.
Miguel forma parte del primer grupo de niños que ha tenido acceso a servicios de desarrollo motor y de aprendizaje de un nuevo centro en el Valle de San Fernando llamado Brain Balance, que abrió en octubre del año pasado con la ayuda del Valley Economic Development Center (VEDC).
Silvia Barragán, madre de Miguel, dijo que los cambios en el pequeño han sido enormes y en poco tiempo.
“(Miguel) no hablaba, no sabía pintar, no sabía cómo jugar con sus juguetes. Decía sólo agua si tenía sed, o hambre si quería comer. Ahora él interactúa, puede responder preguntas en oraciones y mantener una conversación. A mi hijo le ha funcionado como complemento a las terapias de cambio de comportamiento (ABA)”, dijo Silvia.
En el Valle de San Fernando hay aproximadamente unas 18,000 personas con diferentes tipos de problemas de desarrollo neurológico como autismo, déficit de atención e hiperactividad (ADHD) y retraso mental que requieren servicios especiales, según el Centro de Recursos para el Norte del Condado de Los Ángeles.
El Dr. Jorge Arvizú, uno de los proveedores que supervisa el centro, explicó que los desordenes neurológicos como autismo, ADHD y dislexia suceden cuando por algún motivo el lado izquierdo y derecho del cerebro no se desarrolla y/o no se comunican adecuadamente entre sí.
El lado izquierdo es el encargado de la lengua, razonamiento, escritura, matemáticas; mientras que el lado derecho es el encargado de emociones y lectura, música y creatividad.
“Es muy común que los niños con autismo no entiendan las emociones de otras personas o no puedan socializar porque no hay una conexión entre ambas partes del cerebro o porque una está más desarrollada que otra”, dijo el Dr. Arvizú.
El experto agregó que aunque el diagnóstico entre autismo, ADHD y otros síndromes que afectan el comportamiento son diferentes, todos son problemas de desarrollo y comunicación de diferentes partes del cerebro.
“Identificamos las áreas en las que el niño está deficiente o necesita ayuda y estimulamos la parte del cerebro que no se ha desarrollado adecuadamente”, explicó Arvizú.
Las terapias se dividen en estimulo físico –cerebral, visual y físico- y de enseñanza. El tipo de estímulo depende del nivel de desarrollo del niño.
En el caso de Miguel, el pequeño hace ejercicios como saltar de arriba abajo para estimular la coordinación de los músculos, escucha un tipo específico de música que le ayuda a desarrollar la conexión entre ambas partes del cerebro, y hace ejercicios como colocar objetos de metal en una tabla con huecos para estimular la coordinación de movimientos motores finos.
“El objetivo es estimular muchas partes del cerebro a la vez para lograr cambios duraderos y rápidos? por ejemplo, cuando se hacen ejercicios de mover los ojos, se ayuda no sólo a la visión, sino también tiene un efecto directo entre los músculos de la boca y balance corporal”, acotó el Dr. Arvizú.
Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) estiman que uno de cada 88 niños será diagnosticado con alguna forma de autismo antes de cumplir los 8 años de edad. El diagnóstico en varones es cinco veces más común que en niñas.
Sobre ADHD, las cifras oficiales indican que hay más de cinco millones de niños diagnosticados con hiperactividad y también es más frecuente en varones.
Los Centros Regionales –hay 21 en California- son por lo general la primera parada que hacen los padres en busca de ayuda para sus hijos. Por ley, estos centros deben ofrecer servicios de referencia y diagnóstico gratuitos. El costo del tratamiento y de las terapias depende de los ingresos familiares y cobertura médica. Cada centro regional tiene un número de teléfono diferente, el número telefónico en el Valle de San Fernando es 818- 778-1900.
El centro Brain Balance realiza seminarios gratuitos informativos para padres un sábado al mes. Para más información llame al 818-387-8656.