Consulta migratoria

Cientos de miles de estudiantes indocumentados, conocidos como “DREAMers”, recibieron con emoción, alivio y esperanza la directiva del presidente Obama que cesen las deportaciones y se evalúen los casos de jóvenes que llegaron a los Estados Unidos cuando eran niños para permitirles permanecer legalmente ?en el país. Pero pasada la euforia del momento, es importante entender qué significa todo, quién califica, cómo y cuándo iniciar el trámite.

El cambio en la política inmigratoria anunciado el viernes pasado estipula que agentes del Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos (DHS) podrán hacer uso del “ejercicio de la discreción”, específicamente la acción diferida, para aplazar la deportación de jóvenes que no son un riesgo para la seguridad nacional ni para la seguridad pública.

El ejercicio de discreción significa que el DHS evaluará cada caso. Si la persona cumple con criterios clave, será considerada para recibir acción diferida durante dos años, sujeto a renovación, y una autorización de empleo, si demuestran “una necesidad económica para el empleo”. La acción diferida no es una residencia permanente ni lleva hacia la ciudadanía.

Para ser elegibles, deben haber llegado a los EEUU antes de cumplir 16 años; haber vivido continuamente en EE.UU por lo menos cinco años antes del 15 de junio del 2012 y estar presente actualmente en el país; ser graduado o estar cursando la escuela secundaria; ser veterano de las fuerzas armadas; no haber cometido ciertos crímenes; no ser mayor de 30 años.

Aunque los cambios entraron en vigor inmediatamente, se estima que la implementación comenzará dentro de 60 días. Por ahora, no envíen ninguna solicitud al gobierno, porque será rechazada.

Para quienes ya están en proceso de deportación y cumplen con los requisitos anteriormente descritos, ICE comenzará a ofrecerles inmediatamente la acción diferida durante un período de dos años, sujeto a renovación.

Es importante actuar. Si son elegibles, cuando llegue el momento, hagan el trámite. En el pasado, hubo personas que no solicitaron el TPS o asilo, haciendo que no fueran elegibles para NACARA porque tenían miedo de entregar su información y ser deportados en un futuro.

Siempre existe un riesgo de deportación futura si la ley cambia. Pero es mejor aprovechar y tener un estatus legal ahora y ver qué sucede más adelante. No hay que perder la esperanza de una reforma inmigratoria que resuelva permanentemente la situación de millones de indocumentados.

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