¿Son ilegales o indocumentados?

Fue una imagen comentada la semana pasada. La portada de la revista Time, con rostros de indocumentados y el título "Somos Americanos, sólo que no legales". La escena dio la vuelta al mundo, pero también entregó el destello de un cambio, respecto a cómo los medios de comunicación estadounidenses cubren este tema.

Portada de  la revista Times titulada 'We are americans' (Somos estadounidenses), con el subtítulo 'Solo que no legales'.

Portada de la revista Times titulada 'We are americans' (Somos estadounidenses), con el subtítulo 'Solo que no legales'. Crédito: EFE

WASHINGTON, D.C.- Fue una imagen comentada la semana pasada. La portada de la revista Time, con rostros de indocumentados y el título “Somos Americanos, sólo que no legales”. La escena dio la vuelta al mundo, pero también entregó el destello de un cambio, respecto a cómo los medios de comunicación estadounidenses cubren este tema.

A diferencia de los diarios y revistas en español, el tema de la inmigración indocumentada está ausente en gran medida de los principales periódicos y televisión en EEUU.

Con la excepción de anuncios a nivel nacional o leyes polémicas como SB1070, el asunto se toca esporádicamente sin entregarle un mayor protagonismo.

Las palabras “ilegales” o “criminales” se cruzan silenciosas y sin reclamos en los medios, lo que varios grupos pro inmigrantes han catalogado como ofensivo. Pero en el país soplan vientos de cambio. Al menos así lo perciben personas como José Vargas, quien es el centro del artículo publicado por la revista Time.

“Cuando escribí la historia en el New York Times el año pasado, donde contaba mi experiencia, la gente en el diario todavía se refería a los indocumentados como inmigrantes ilegales”.

“Acá estamos… un año después, con una nota de portada en Time y el título ‘somos americanos’. Creo que ahora la revista ha elevado mucho el debate. No sé cómo otros medios de comunicación…. el Washington Post, New York Times, The Atlantic o Rolling Stones se pueden referir aún a nosotros como ilegales”, dijo a La Opinión.

“Francamente creo que es un problema sobre la mesa no sólo para los periodistas, sino para el liderazgo. Hay millones de estadounidenses leyendo historias donde se les llama ‘ilegales’ a sus padres, tíos, primos, abuelos y eso no es aceptable”, dijo.

Académicos como Angie Chuang, profesora asistente de periodismo en la escuela de comunicaciones de American University, ven una tendencia histórica en cómo los medios de comunicación han retratado a los inmigrantes indocumentados a través de los años.

“Los medios siempre han querido dibujar una línea clara entre quién es americano y quién no. En mi investigación he demostrado que eso tiene que ver con el color de piel, alteridad, percepciones de una persona o el atractivo de un grupo en el país, como también con inmigración y estatus de ciudadanía”, explicó.

“Los medios de comunicación tienen un conflicto en torno a esta área. Tienden a contar historias en los extremos opuestos, cuando se trata de inmigrantes latinos: el modelo que merece ser ciudadano y el actor malo, los criminales, miembros de pandillas y los que manejan bajo la influencia del alcohol”, especificó.

A pesar que la Oficina del Censo determinó en 2010, que al menos 50 millones de hispanos viven en EEUU, académicos como Robert Entman, profesor de Medios y Asuntos Públicos de la Universidad George Washington, no ven mayores modificaciones en las líneas editoriales.

“La naturaleza de la atención no parece haber cambiado mucho. La mayor parte de la cobertura de personas que no son blancas tiende a ser en el contexto de alguien que se identifica como latino y que ha sido acusado de un crimen”.

A pesar de esto, los analistas coinciden en que, mientras los números continúen creciendo, las tendencias en la cobertura de inmigración indocumentada y los latinos en general cambiará con el tiempo, al menos en cantidad.

“No hay duda que estará asociada con su crecimiento, pero una mayor cobertura no implica que necesariamente sea positiva o ayudadora a su imagen. Esto sin mencionar las diferencias naturales entre el bagaje cultural entre los hispanos y sus posturas políticas”, agregó Entman.

Por ahora, la revista Time parece estar innovando. Una línea editorial que ha generado debates a nivel nacional, como la de su portada con una madre amamantando a su hijo de 4 años, también reciente. Una estrategia útil cuando la industria de medios está en crisis y las personas buscan cambios y originalidad en su máxima expresión.

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