Comparece expresidente de empresa por suicidio de más de 30 empleados
París (EFE).- El anterior presidente de France Télécom, Didier Lombard, declara hoy ante el juez que instruye el caso por los suicidios de más de una treintena de empleados del operador de telecomunicaciones en 2008 y 2009.
Fuentes próximas al caso confirmaron a Efe esa convocatoria judicial e insistieron en que “es un procedimiento normal” en la instrucción penal abierta en 2010.
Las fuentes insistieron en que la declaración tiene carácter personal y no quisieron entrar en la posibilidad de que Lombard sea imputado.
La empresa por su parte está convocada mañana ante el juez en tanto que persona jurídica y también existe la posibilidad de que sea inculpada en el marco de la investigación por acoso moral abierta “contra X” (sin identificar potencial responsable) por la denuncia de SUD, uno de los sindicatos del personal.
Lombard, en un artículo publicado hoy en “Le Monde” aseguró que cuando estuvo al frente de France Télécom, entre 2005 y 2010, tuvo que aplicar una serie de “planes indispensables para la supervivencia de la empresa” ante los cambios en el sector, pero negó que eso hubiera “podido ser la causa de los dramas humanos”, en referencia a los suicidios.
“En ningún momento, los planes concebidos y aplicados por France Télécom estuvieron dirigidos contra los asalariados. Al contrario, estaban destinados a salvar a la empresa y sus empleos y a abrir a sus trabajadores nuevas vías en el nuevo mundo digital”, argumentó el exdirectivo de la compañía.
Precisó que en el terreno de los recursos humanos, hubo que formar a los empleados en las nuevas tecnologías, contratar a “jóvenes talentos formados en el mundo digital y prepararse a la salida masiva de asalariados” que habían entrado en el grupo en los años 1980.
Y que todo se hizo con un dispositivo social diseñado para que “cada asalariado afectado por la mutación pueda orientarse a nuevas carreras con un fuerte acompañamiento de formación”, ya que sus fondos se incrementaron en un 25 %.
Esas medidas sociales se hicieron para que “las mutaciones tengan el mínimo efecto negativo” para los empleados, concluyó Lombard.
El pasado 3 de abril se llevó a cabo un registro en la sede de France Télécom en París como uno más de los procedimientos de la justicia, que utiliza igualmente un informe en el que la Inspección de Trabajo vinculaba suicidios pero también intentos de suicidio a la política de personal del antiguo monopolio estatal francés.
Los autores del estudio denunciaban, en particular, una organización laboral, así como métodos de gestión propios del acoso laboral y criticaban la “política de reorganización y mando” puesta en marcha por la empresa en 2006 para deshacerse de 22,000 empleados.