Soñamos con este día
Por muchos años, la comunidad latina perseguía un sueño. Soñábamos con ver a nuestros hijos e hijas salir de la sombra, vivir sin miedo, y realizar sus metas.
El mes pasado, el presidente Barack Obama convirtió en realidad el sueño de muchos jóvenes inmigrantes a través del país.
El Gobierno anunció que pondría un alto a las deportaciones de jóvenes que llegaron a este país cuando eran niños -si estudian duro y siguen las reglas-.
Todo hemos conocido a jóvenes latinos muy trabajadores que llegaron a este país -con sus padres- de niños, o a una tierna edad. Hoy son jóvenes que estudian en nuestras escuelas, juegan en nuestros vecindarios y rinden lealtad a nuestra bandera. Por mucho tiempo ellos han vivido bajo la amenaza de ser deportados a un país del cual no conocen nada.
¡Pero ya no! Ahora, estos jóvenes seguirán su educación y pronto podrán solicitar un permiso de trabajo. Además van a contribuir con su talento a la economía estadounidense.
No obstante, aún es muy importante que el Congreso apruebe la propuesta de ley conocida como el DREAM Act para que el cambio político sea permanente. Hoy celebramos este logro y agradecemos al presidente Obama por escuchar nuestras voces y darle importancia a nuestro futuro.
Esta administración también ha luchado por nuestros hermanos y hermanas en Arizona después de que ese estado pasará la ley más antiinmigrante en la historia de los Estados Unidos.
El Departamento de Justicia inmediatamente retó dicha ley por violar la Constitución. Y la semana pasada, la Corte Suprema estuvo de acuerdo.
La Corte Suprema del país anuló la mayor parte de la ley de Arizona y aclaró que ningún estado puede criminalizar a inmigrantes por ser indocumentados y tener empleo, firmar un contrato o asistir a la escuela.
Aún nos preocupa la parte de la ley que permite a los policías de Arizona verificar el estado migratorio de personas que son arrestadas. Si los oficiales de Arizona detienen a la gente por su raza, nosotros regresaremos a la corte. Todos debemos estar atentos y proteger nuestros derechos civiles.
Esta lucha no se ha terminado. El Congreso debe aprobar una reforma migratoria integral, que habrá el paso hacia la ciudadanía para todas las familias inmigrantes que trabajan con ahínco.
Por ahora, apreciemos el triunfo que hemos anhelado por un buen tiempo, y le damos las gracias a un presidente que está comprometido con nuestro futuro.