Piloto mexicano listo para conducir en Fórmula Uno
Esteban Gutiérrez, un piloto mexicano de 21 años, dice estar listo para conducir en Fórmula Uno.
Chicago.- El mexicano Esteban Gutiérrez, que a los 21 años aspira a convertirse en piloto de Fórmula Uno, dijo que la disciplina y la ayuda incondicional de su familia lo han preparado para intentar la máxima categoría del automovilismo mundial.
“Mi vida cambió drásticamente en los últimos cinco años, pero me siento súper cómodo, lo disfruto y estoy listo para dar el gran salto”, dijo a Efe.
Gutiérrez estuvo en Chicago para participar el lunes por la noche en una velada de recaudación de fondos organizada por el cantante Marc Anthony, cuya fundación Maestro Cares apoya un orfanato en la República Dominicana.
En la subasta silenciosa de objetos que pertenecieron a personajes famosos del deporte y el espectáculo habrá un casco utilizado el año pasado por el piloto en sus competencias europeas, diseñado por un artista belga con sus colores tradicionales azul, amarillo y dorado.
La visita a Chicago fue apenas un alto de 24 horas en una agenda muy agitada que mañana lo llevará a Monterrey (México) para visitar a su familia durante cinco días, y luego de regreso a Europa para las tres carreras finales de la temporada GP2, donde corre para Lotus ART.
Luego acompañará la Fórmula Uno hasta fines de noviembre como piloto de pruebas y de reserva de la escudería Sauber.
Gutiérrez es uno de los pilotos latinos de carreras más exitoso de la actualidad, pero su objetivo es alcanzar el sueño de figurar entre los 24 mejores pilotos del mundo en la codiciada F1.
“Siempre me gustaron las motos y los deportes extremos. Me costó mucho convencer a mi padre para que primero me llevara a una competencia de karts y luego me comprara uno, y fue en esa categoría que comencé a competir a los 13 años de edad”, dijo.
Tres años después, “mis padres me sentaron y me dijeron que si la competencia iba a ser mi futuro lo íbamos a hacer al 100 por ciento, con todo lo mejor, y con mucho esfuerzo y disciplina”, recordó.
Para entonces había logrado en 2007 el galardón de Novato del Año en la fórmula BMW USA.
A los 16 años se instaló en París con su familia, como base europea de operaciones, para intentar suerte “en el corazón del automovilismo, donde están las mejores categorías y pilotos”.
La disciplina es muy importante, según el piloto, para poder adaptarse a “una vida de viajes constantes, lejos de casa y de los amigos”.
“Hay que aprender a disfrutar de los lugares que uno visita por trabajo, para sentirte en casa y tener la estabilidad emocional y cabeza fría que son muy importante en las competencias”, señaló.
En la actualidad, Gutiérrez vive 55 días por año en París, 80 en México y el resto lo pasa viajando. Durante la temporada de carreras, que va de marzo a fines de septiembre, viaja cada 5 días.
Aunque contaba con patrocinadores y algunos inversionistas, el apoyo “moral y económico” de su familia fue muy importante al llegar a Europa.
Esteban tuvo que terminar sus estudios secundarios a distancia, y ahora espera poder cursar la universidad después de su carrera de piloto para dedicarse a los negocios.
En Europa ganó en 2008 el campeonato de Fórmula BMW Europa, en 2010 firmó contrato con ART en la nueva categoría GP3 y se convirtió en el piloto mexicano más joven en ganar un título internacional de monoplazas, a los 17 años.
Desde 2011 ha piloteado un coche de Lotus ART en GP2, con victorias en los circuitos de Valencia (España), Silverstone (Gran Bretaña), y Hungaroring (Hungría).
“Estoy en una transición muy importante en mi carrera, y después del segundo año en la categoría GP2 ya puedo aspirar a la Fórmula Uno en los próximos dos años”, dijo.
Esteban Gutiérrez dijo que el interés de los mexicanos por las carreras de autos parece haberse incrementado por la actuación de su colega Sergio “Checo” Pérez, piloto titular del equipo Sauber de Fórmula Uno, y la suya.
En su opinión existe “mucho potencial” para incrementar ese interés, particularmente si se logra que México vuelva a organizar el Gran Premio de Fórmula Uno que se corrió por última vez en 1989 en el vecino país.
“Si Dios quiere yo estaría compitiendo para entonces”, dijo el piloto, cuyos seguidores podrán verlo en Estados Unidos en noviembre, cuando se corra el Gran Premio del Circuito de las Américas en la ciudad de Austin, Texas.