Fugitivo iraquí dice ser inocente
BAGDAD, Irak (AP).- El fugitivo vicepresidente de Iraq declaró el lunes su “absoluta inocencia”al rechazar el juicio por terrorismo que lo sentenció a muerte bajo cargos de haber planeado el asesinato de sus rivales, y aseguró que todo el proceso fue una farsa motivada políticamente.
Tariq al Hashemi, un sunita que escapó de Irak después de que el Gobierno presentase cargos en su contra, dijo que no volverá al país para apelar el veredicto, a menos que pueda recibir verdaderas garantías de que recibirá un juicio justo en los tribunales.
Hablando desde su exilio en Turquía, Al Hashemi dijo que un juicio justo sería imposible en Bagdad y acusó al primer ministro, Nuri al Maliki “un chií y viejo rival del vicepresidente” de manipular a los tribunales en su contra como parte de una venganza política.
“El veredicto es injusto, politizado, ilegítimo y jamás lo reconoceré”, dijo Al Hashemi a los periodistas en la capital turca, Ankara. “Pero lo pongo como una medalla de honor en mi pecho, porque detrás estuvo Al Maliki, nadie más. Me siento orgulloso de que sea Al Maliki, y no otra persona, quien me ataque”.
“La sentencia a muerte es el precio que debo pagar por la lealtad a mi país y a mi pueblo”, añadió. “Reitero que soy inocente y estoy preparado para enfrentar un sistema judicial justo y no el corrupto que está bajo la influencia de al-Maliki”, dijo.
A una pregunta directa de si va a regresar a Bagdad dentro de 30 días para solicitar un nuevo juicio, como es su derecho bajo la ley iraquí, Al Hashemi respondió: “No voy a ir, sin importar la escala de tiempo que se me ha ofrecido”.
No fue posible entrar en contacto inmediatamente con portavoces de Al Maliki o del resto del Gobierno iraquí para que opinaran el lunes.
Al Hashemi escapó a Turquía luego de que el Gobierno de Irak, de mayoría chiita, emitiese cargos de terrorismo en su contra en diciembre, el último día para que los soldados estadounidenses se retiraran del país. Se le ha prometido un nuevo juicio si regresa a Bagdad, pero Al Hashemi se ha negado diciendo que nunca recibirá una audiencia justa en un tribunal en la capital iraquí.
El caso desató una crisis en el Gobierno y alimentó el resentimiento de suníes y curdos contra Al Maliki, cuyos críticos acusaron de haber tratado de monopolizar el poder.
El domingo, un tribunal penal en Bagdad declaró culpables a Al Hashemi y su yerno Ahmed Qahtan de organizar los asesinatos de un funcionario chiita de seguridad y un abogado que se había negado a ayudar a aliados del vicepresidente en casos de terrorismo.