Orgulloso de ser charro
Ezequiel Peña lleva su música a toda América trajeado de charro
CHICAGO, Illinois.— El cantante mexicano Ezequiel Peña ha hecho de la charrería una pieza fundamental de su carrera artística, llevando sus espectáculos a caballo y su identidad de charro por toda América, incluido Estados Unidos.
Artistas que se visten con chaparreras y sombrero ancho son pocos, y los que son capaces de ofrecer un espectáculo a caballo son aún menos, es por eso que Peña se siente afortunado de ser uno de los contados exponentes de la música mexicana que se pueden calificar como verdaderos charros.
“Son muchos los invitados y pocos los elegidos”, dijo Peña en una reciente entrevista, al declararse privilegiado por ser uno de un puñado de charros que pueden presumir del cariño del público y una agenda repleta de presentaciones en ambos lados de la frontera.
“Yo, gracias a Dios, cada ocho días tengo trabajo”, dijo el intérprete, quien lo mismo se presenta en South Sioux City (Nebraska) que en Chilpancingo (Guerrero).
El cantante conocido por canciones como Qué chulada de mujer y Una página más manifestó que vestir el traje de charro supone una gran responsabilidad por tratarse de un vestuario “muy representativo de México”, por lo que siempre lo ha llevado con “muchísimo amor y cariño”, pero, sobre todo, “mucho respeto”.
“Ser charro es una persona que mínimo ejecuta una de las diez suertes de la charreada.
Cuando era joven hacía el paso de la muerte, ahorita me toca hacer la cala de caballo, las colas y, a mi edad -que no sé si estoy viejo o joven- pero me tocó jinetear un toro. Gracias a Dios nos fue bien. Eso, para mí, es ser charro”, comentó el artista.
El intérprete divide su tiempo entre sus ganaderías en Rialto (California) y Guadalajara (Jalisco), y en ambas localidades tiene caballos que él mismo viene criando y educando desde hace 20 años, que son los mismos animales con los que se presenta ante el público.
Nacido en San José del Valle, Nayarit, Peña grabó su primer disco como vocalista de la Banda Vallarta Show en 1990. Un par de años después se lanzó como solista, incorporando sus caballos de la alta escuela al espectáculo y desde entonces ha gozado de una carrera sólida dentro del género regional mexicano.
El artista, que ha sido homenajeado en múltiples ocasiones en el estado mexicano de Jalisco, “Tierra de los charros, el mariachi y el tequila”, ha sacado 23 discos, los últimas dos producidos bajo su propio sello discográfico, NarLup.
Su material más reciente se titula “Sin Censura” y consiste de 12 temas, entre las cuales está la canción que da nombre al disco y que fue grabada con mariachi, con banda y a ritmo de pop.
“Soy ranchero, pero si nos dicen que quieren escuchar más pop con Ezequiel Peña, los complacemos con mucho gusto”, aseguró el intérprete que cuenta con una estatua en su honor en Cuautla (Jalisco) y ha sido homenajeado por la Asociación de Charros de Jalisco, la más antigua de México.
Este último material también lo llevó a Centro y Suramérica, donde quedó gratamente sorprendido por la aceptación que tiene su música y, en general, la música de banda y de mariachi.
“Anduvimos haciendo promoción, radio, prensa televisión, anduvimos cantando también, aman la música mexicana por allá. Me da vergüenza, en el buen sentido, porque dicen que en Colombia vez más hay mas mariachis que ni en México”, señaló.
Pero agregó que “a la mejor porque no han ido a Guadalajara, porque ahí te bajas, avientas una piedra para arribar y le cae a un mariachi”.
Y aunque sus estilos musicales podrían ampliarse en un futuro, Peña aseguró que algo que nunca cambiará es su gusto por la charrería.
“Soy charro, y me voy a morir siendo charro… Le vamos a dar hasta que Dios y las piernas nos lo permitan”, finalizó el también Embajador del Caballo Español en las Américas.