Aplausos y gritos para recibir al viajero espacial

Desde todos los ángulos la gente salió a presenciar la última misión del Endeavour rumbo a su destino final.

Desde todos los ángulos la gente salió a presenciar la última misión del Endeavour rumbo a su destino final. Crédito: Aurelia Ventura / La Opinión

La espera fue larga para muchas personas que dejaron sus casas al amanecer en busca del mejor punto para presenciar el último viaje aéreo del transbordador espacial Endeavor. Pero, valió la pena.

Alrededor de las 11:50 am –con un poco más de una hora de retraso-, Endeavour montado sobre un avión modificado Boeing 747 y escoltado por dos jets de ataque, la nave desfiló por los cielos de Los Ángeles.

Algunos espectadores aplaudían, otros gritaban y muchos saltaban de la emoción. Con todo tipo de cámaras, incluyendo ipads y celulares, los angelinos disfrutaron del show aéreo gratuito, que se presentó a apenas 1,500 pies de altura.

El Observatorio en el parque Griffith –ubicado a unos 1,000 pies de altura- fue uno de los sitios designados por las autoridades como “mirador” y preferido por cientos de angelinos.

Héctor Tobar, un ejecutivo hotelero jubilado, fue una de las cientos de personas que salieron temprano de sus hogares para encontrar el mejor lugar para ver sobrevolar a Endeavour.

“Noté que había mucho tráfico. Me costó encontrar estacionamiento… hay demasiada gente, pero está muy bonito, muy interesante”, dijo Tobar.

La familia de Adriana Cabazos y Sergio Acagabón llegó alrededor de las 7 de la mañana. Sus hijos Alexandra, de 5 años, Víctor de 8, y Wendy de 22, no fueron a la escuela. Todos se tomaron el día libre para presenciar lo que consideran un momento histórico.

“Estamos muy emocionados. Este es un momento único en nuestras vidas. Ver en el cielo a Endeavour es algo que jamás vamos olvidar”, dijo Adriana.

Al igual que esta familia, muchos angelinos se tomaron el día libre.

El parque Griffith estaba tan lleno que dejaron de permitir que las personas subieran al Observatorio con sus vehículos. Alrededor de las 8 a.m., la ciudad habilitó autobuses para que las personas estacionen sus carros abajo de la montaña y tomaran alguno de los autobuses disponibles.

Pero la fila de personas a la espera del transporte público era tan larga que algunos decidieron caminar para no perderse el espectáculo.

El sol y el calor afectó a algunas personas, por lo menos dos espectadores se desmayaron mientras esperaban pacientemente.

Finalmente llegó el Endeavour y por casi una hora sobrevoló los cielos, desde las playas hasta las montañas y partes del desierto. Aunque no hayan ido a alguno de los miradores, miles vieron al transbordador.

Los profesores dejaron salir a los niños de las aulas escolares, muchos empleados en el centro angelino dejaron las pantallas de las computadoras para ver hacia el cielo, y según reportes policiales, hasta algunos conductores sobre la autopista 105 –cerca del Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, LAX- pararon y se salieron de sus vehículos para tomar fotos.

Rápidamente, Facebook, Tweter y otros medios sociales fueron el punto de encuentro y de intercambio de fotografías de Endeavor sobrevolando algún punto icónico como el letrero de Hollywood, el centro de Los Ángeles o alguna de las playas.

El transbordador espacial descansa en un hangar de United Airlines en LAX y será transportado por tierra hacia su nuevo hogar en el California Science Center el próximo 13 de octubre, donde estará en exhibición permanente en el Pabellón Samuel.

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