A horas del debate, Romney cede en inmigración
El republicano dijo que no deportaría a los 'dreamers', aunque dio pocos detalles de su propuesta para arreglar el tema migratorio
En la víspera del primer debate entre los candidatos a la presidencia de los Estados Unidos la campaña del republicano Mitt Romney tuvo un inesperado giro en el tema migratorio, declarando por primera vez que de ser elegido, no anularía los permisos de estadía o trabajo que los “dreamers” obtengan por el programa de Acción Diferida y que buscaría “una solución permanente” antes de finalizar los dos años.
Romney dio una entrevista al diario Denver Post, el periódico de mayor importancia en la ciudad donde se llevará a cabo el primer debate con el Presidente Barack Obama y en ella declaró lo siguiente.
“Las personas que han recibido la visa especial que otorgó el presidente, una visa de dos años, continuarán teniendo una visa vigente. No les voy a quitar algo que han comprado”, dijo Romney. “Pero antes que esas visas expiren, tendremos el plan de reforma completo que he propuesto”.
Romney no dio detalles del plan “completo” que supuestamente ha propuesto. Hasta ahora el candidato republicano ha dado poca especificidad a sus ideas para la reforma de las políticas y leyes de inmigración, con excepción de la muy repetida idea de que los indocumentados deberían irse a sus países y esperar en fila y de que teóricamente ampliaría el cupo para familiares de residentes permanentes y daría green cards a los graduados de carreras profesionales en universidades estadounidenses.
En horas de la tarde un portavoz de su campaña dijo al periódico The Globe que Romney no anularía los permisos, pero que no daría nuevos permisos.
Aunque el debate a realizarse en Denver no lista al tema de inmigración como uno de los que se discutirán (el moderador Jim Lehrer indicó que se trataría en su mayor parte de economía, con algunas preguntas de salud y el rol del gobierno) es posible que este sea un paso calculado por la campaña de Mitt Romney para agradar a los moderados y a los votantes latinos de Colorado, un estado crucial.
“Romney necesita ganar estados como Colorado. Allí el voto latino es muy importante y este es un tema en el que normalmente los candidatos se mueven hacia el centro en tanto se acercan las elecciones”, dijo Charles Dunn, profesor emérito de gobierno y decano de Regent University, experto en campañas presidenciales.
Según Dunn, Romney, quien está rezagado en las encuestas, “no tiene nada que perder, todo lo contrario que Obama”.
“Si Romney puede demostrar que tiene conocimiento de los temas entonces puede generar credibilidad”, dijo Dunn. “Hay una barra muy baja de expectativas respecto a Romney. Lo mismo pasó con Reagan en 1980 y el probó todo lo contrario”.
El uso del tema de los “dreamers” es quizá una muestra de la difícil situación en la que se encuentra Romney, dijo la analista política y profesora de USC Sherry Bebitch Jeffe.
“Creo que Romney considera que está ofreciendo una rama de olivo a los latinos, que está haciendo algo por obtener su voto”, dijo Jeffe. “A estas alturas la campaña ha llegado a la conclusión de que la base está tan alterada por el antagonismo que sienten por OBama que se arriesgan más no buscando la forma de cortejar otros grupos. En cierta forma, están tirando lo que sea a ver qué funciona”.
Como era de esperarse, la campaña de Obama respondió recordando que Romney llamó al Dream Act “limosna” y prometiendo vetarlo si era aprobado por el Congreso.
“El más reciente giro de Romney con respecto a la inmigración genera más preguntas de las que contesta…”, dijo Gabriela Domenzaín, directora de prensa hispana de la campaña de Obama. “‘¿Qué haría con aquellos que califican para acción diferida pero que no la han recibido? ¿ Deportaría a quienes han recibido el aplazamiento cuando el programa venza?”.
Es poco probable que inmigración consuma mucho tiempo en el debate, sin embargo, ya que el tema económico es el que más importancia tiene para los votantes en todas las encuestas y el tema migratorio no está ni remotamente entre los más importantes para los votantes en general, aunque para los latinos está en segundo lugar según las encuestas Impremedia/Latino Decisions.
Parte del problema de Romney en estados cruciales como Nuevo México, Colorado, Nevada y Florida, es su relativamente baja figuración entre los votantes latinos. En la más reciente encuesta obtuvo el puntaje más bajo entre votantes latinos en el país,un 21% respecto al 73% para Obama en las preferencias.
El debate, uno de tres que se llevarán a cabo durante el mes de octubre, se concentrará en temas domésticos. El segundo, a realizarse el 11 de octubre se realizará en Kentucky y versará sobre política exterior y el tercero, el 16 de octubre en el estado de Nueva York será formato Town Hall.