Programa tras 11-S espió a inocentes en EEUU

Un programa con costo multimillonario para compartir información de espionaje que fue creado tras los ataques del 11 de septiembre le siguió los pasos a personas inocentes y produjo pocos datos valiosos

La actual secretaria del Departamento de Seguridad Janet Napolitano.

La actual secretaria del Departamento de Seguridad Janet Napolitano. Crédito: Archivo / EFE

WASHINGTON – Un programa con costo multimillonario de compartición de información creado tras los ataques del 11 de septiembre de 2001 recolectó inapropiadamente información sobre estadounidenses inocentes y produjo poca información valiosa de inteligencia sobre el terrorismo, determinó el Senado en un reporte.

El informe retrata un programa que creció con tanta rapidez que resultó incapaz de controlar.

Lo que empezó como un intento de colocar a funcionarios locales, estatales y federales en un mismo espacio para analizar la misma información de espionaje, costó en cambió enormes cantidades de dinero en computadores de procesamiento de datos, pantallas planas de televisión y, en Arizona, dos camionetas Chevrolet Tahoe totalmente equipadas que son utilizadas para transportarse al trabajo, encontraron los investigadores.

El extenso reporte bipartidista es una evaluación cáustica de lo que el Departamento de Seguridad Nacional ha sustentado como la joya de la corona de sus mecanismos de seguridad. El reporte enfatiza una realidad del gobierno luego del 11 de septiembre: Los programas de seguridad nacional tienden a crecer, nunca ha encogerse, aun cuando su dinero y fuerza de trabajo sobrepasa por mucho la tema actual del terrorismo. Mucho de ese dinero fue a parar al combate de la delincuencia común local.

A contrapelo de las conclusiones álgidas del reporte, Seguridad Nacional dice que el informe es obsoleto, inexacto y demasiado enfocado en información producida por el programa, sin tomar en cuenta los beneficios a los gobiernos locales al involucrarse con funcionarios federales de inteligencia.

Debido a un muy complejo proceso de subvenciones establecido por el Congreso, los funcionarios de Seguridad Nacional no saben cuánto han gastado en los 10 años de su programa destinado a establecer los llamados centros de fusión en cada estado. El gobierno calcula que va de menos de $300 millones a $1,400 millones de dinero federal, además de mucho más dinero invertido por gobiernos locales y estatales. El financiamiento federal es calculado entre 20 y 30%.

A pesar de eso, es improbable que el Congreso suspenda el programa, debido a que, ya sea que detenga o no a los terroristas, el programa significa dinero políticamente importante para gobiernos locales y estatales.

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