Salvadoreños en EEUU temen ser discriminados por ofensiva contra MS-13
Creen que la ofensiva del gobierno de EEUU contra MS-13 podría tener efectos nocivos en la comunidad salvadoreña en Estados Unidos
Independientemente de la tendencia política o del trabajo comunitario que realicen, los líderes de la comunidad salvadoreña en Los Ángeles temen que la designación de la pandilla MS-13 como “organización criminal internacional” por parte del gobierno federal de Estados Unidos, afecte al resto de salvadoreños.
“Vemos esto con preocupación, ya que se da en el contexto de una campaña presidencial polarizada, y tememos que pueda tener daños colaterales para nuestra comunidad, especialmente en los jóvenes en riesgos en las grandes ciudades como Los Ángeles”, dijo Salvador Sanabria, presidente de El Rescate.
El pasado jueves 11 de octubre, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos declaró a la MS-13 como organización criminal internacional sujeta a sanciones. Esto significa que el gobierno federal puede decomisar bienes y transacciones realizadas por esta pandilla, que generalmente son frutos de tráfico sexual, de drogas y de personas, homicidios y extorsiones.
“Lo que viene con esta designación son millones de dólares para combatir el crimen organizado, lo cual es un elemento positivo, pero si se enfoca sólo en combatir y no en proveer educación y buenos empleos para los jóvenes, no hay alternativas para estos jóvenes”, aseveró Angela Sanbrano, presidenta de la mesa directiva del Centro de Recursos Centroamericanos (CARECEN).
Sanbrano recordó que muchas veces, principalmente en mega ciudades como Los Ángeles, los jóvenes enfrentan discriminación por su forma de vestir o su apariencia.
“Me preocupa que las ciudades reciban más fondos para reprimir en lugar de brindarles otras opciones a la juventud”, agregó Sanbrano.
Erick Muñoz, representante del partido de derecha ARENA en Los Ángeles y directivo del Comité del Desfile Salvadoreño en esta ciudad, agregó que lamentablemente los estadounidenses anglosajones ya asocian a esta comunidad con las pandillas.
“Yo trabajo con anglosajones y cuando sale el tema de El Salvador, lo único que ellos saben es que hubo una guerra y que hay pandillas grandes y peligrosas”, dijo Muñoz. “Es triste que El Salvador tenga que ser noticia de ese tipo… aunque es positivo que se quiera detener las acciones criminales de esta pandillas, creo que como nación nos afecta porque no es el tipo de imagen que queremos promover como nación”.
Para Francisco Rivera, presidente de la organización Salvadoreños En El Mundo, la denominación de esta pandilla por el gobierno federal es una medida desproporcionada que se hubiera podido aplicar a otras organizaciones criminales como el Cártel de los Zetas, en México, con quien también tiene relación la mara salvadoreña.
“Creo que existe un temor que se criminalice a todos los salvadoreños y que toda la comunidad sufra. Principalmente cuando hay programas como Comunidades Seguras que se aplican localmente”, agregó.
Comunidades Seguras es un programa federal en el que participan diferentes agencias locales del orden en Estados Unidos para identificar y deportar a inmigrantes que son arrestados.
Los entrevistados coinciden en que los más de dos millones de salvadoreños en Estados Unidos –la mitad de estos residen en la zona metropolitana de Los Ángeles- contribuyen diariamente a la vida social, económica y cultura de este país. Y que ahora es el momento de señalar los logros.
Actualmente hay cuatro candidatos a concejales de la Ciudad de Los Ángeles y uno para alcalde de origen salvadoreño. Además, hay todo tipo de profesionales, académicos y personas de negocios.
También, el próximo 1 de enero, la Banda El Salvador, conformada por jóvenes músicos residentes en ese país, participará en el Desfile de las Rosas.
“El Desfile es la oportunidad perfecta para darle a conocer al mundo el verdadero rostro de la juventud salvadoreña. La MS-13 son un grupo pequeño comparado con los miles de jóvenes trabajadores en El Salvador”, acotó Edgardo Moreno, coordinador de la Banda El Salvador.